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El Servicio Jesuita para Migrantes en Costa Rica inauguró un espacio de trabajo que responde a la Segunda Preferencia Apostólica de la Compañía de Jesús, Caminar con los Excluidos.

 

Por Oficina de Comunicaciones PROCAM

 

El 17 de enero, el Servicio Jesuita para Migrantes (SJM) en Costa Rica inauguró “Casa Arrupe”, un nuevo espacio de trabajo en el distrito Paso Canoas, frontera sur de Costa Rica. Desde ahí, SJM pone a disposición un lugar destinado a reuniones, orientaciones, almacenamiento de apoyos, planeación conjunta y formación.

Casa Arrupe surge como un “espacio temporal de atención humanitaria” para las personas en movilidad en la frontera de Panamá con Costa Rica. Este nuevo espacio busca ofrecer información y orientación sobre las condiciones de tránsito por Costa Rica y preparación para la llegada a los próximos países del itinerario “para que este se dé en mejores condiciones”, explicó Roy Arias del Servicio Jesuita para Migrantes (SJM).

Casa Arrupe está disponible para planeación conjunta, formación y orientaciones. Foto: SJM Costa Rica

“Hemos querido llamarle Casa Arrupe porque seguimos aprendiendo del legado invaluable del padre Pedro Arrupe, S.J., en un mundo tan lastimado por la movilización forzada”, explicó el SJM. Este espacio también busca la atención a la población migrante más vulnerable, es decir, niñas, niños, mujeres embarazadas, población LGBTQ+, personas con discapacidades o con enfermedades. “Es un sitio audaz porque solo la audacia genera la fuerza necesaria para acompañar dignamente a las personas que requieren protección internacional”, señaló el SJM el día de la inauguración.

Casa Arrupe responde a la Segunda Preferencia Apostólica de la Compañía de Jesús, Caminar con los Excluidos, que busca “caminar junto a los pobres, los descartados del mundo, los vulnerados en su dignidad en una misión de reconciliación y justicia”.