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Ser Jesuita

Querido joven,

El proceso de discernir tu vocación es una etapa crucial en tu vida, y me alegra ver que te estás tomando el tiempo para hacerlo con seriedad y reflexión. Quiero compartir contigo algunas ideas que pueden ayudarte en este camino.

En primer lugar, es fundamental que entiendas que la vocación es una llamada personal de Dios, un llamado que va más allá de nuestras propias aspiraciones y expectativas. Esta llamada se manifiesta en la profundidad de tu ser y en la relación íntima que tienes con Dios. A veces, el llamado puede ser claro, pero otras veces puede llegar a través de una serie de experiencias y situaciones. Por ello, es importante que te acerques a Dios con un corazón abierto y dispuesto a escuchar.

El discernimiento es un proceso que requiere paciencia y atención. Te animo a que busques momentos de oración y reflexión profunda, donde puedas estar en silencio y escuchar la voz de Dios.  La oración es un espacio para la escucha y el diálogo contigo mismo, con la realidad y con Dios. No temas a la incertidumbre o a la falta de respuestas inmediatas; el discernimiento a menudo es un viaje de fe en el que Dios se revela gradualmente.

Es también importante que te dejes acompañar por personas sabias y experimentadas que puedan ofrecerte orientación y apoyo. Habla con consejeros espirituales y personas de confianza que puedan ayudarte a ver las cosas desde diferentes perspectivas. Ellas pueden ofrecerte consejo y ayudarte a interpretar tus experiencias y sentimientos a la luz de la fe.

Recuerda que la vocación no es simplemente una cuestión de elegir una carrera o una forma de vida, sino una invitación a vivir tu vida en correspondencia al amor gratuito e incondicional de Dios. Tu vocación es un llamado a vivir como Jesús, con autenticidad y plenitud,  es decir, sirviendo a los demás mediante los dones y talentos que Dios te regaló.

Finalmente, mantén siempre en mente que tu vocación, sea cual sea, debe ser una expresión del amor y la entrega a Dios y a los demás. En el fondo, cada vocación es una forma de participar en el misterio de Dios en el mundo, y de vivir de una manera que busque la mayor gloria de Dios y el bien de la humanidad, en especial de los más pequeños y marginados.

Confía en que Dios guiará tus pasos a medida que continúas en este proceso de discernimiento. Que encuentres paz en tu camino y claridad en tus decisiones.

Con afecto y oración,

Equipo de Promoción Vocacional

Jesuitas Centroamérica.