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Estimados amigos y amigas:

A modo de “Memoria” hemos recogido lo nuclear de la visita del Padre General de la Compañía de Jesús, Arturo Sosa, S.J., a la región centroamericana ocurrida del 19 al 30 de enero de este 2019.

El primer objetivo de dicha visita fue participar en la clausura de Magis 2019 ocurrida en Panamá. En la clausura de Magis, experiencia de preparación de jóvenes ignacianos de todo el mundo a las Jornadas mundiales de la juventud, el Padre Sosa exhortó a que los jóvenes sean la punta de lanza de la deseada transformación sociocultural de una realidad atravesada de múltiples heridas que serán sanadas en la medida en que ellos custodien y nos ayuden a llevar a la práctica, haciendo suyos los dolores de los más débiles, los ideales y valores del Reinado de Dios anunciado e iniciado por Jesús de Nazaret.

Posteriormente, como peregrino, se volcó al cumplimiento de los otros objetivos de la visita recorriendo casi todos los países que integramos la provincia jesuítica: a) conocer de cerca los diversos y pertinentes servicios apostólicos; b) compartir con los jesuitas y laicos que con mucho “ánimo y generosidad” los estamos llevando a cabo; c) brindar algunas orientaciones que nos ayudarán a continuar sirviendo con alegría, profundidad y esperanza a esta crucificada y resucitada región centroamericana.

La cercanía, la apertura, la sencillez y la lucidez con que el Padre General nos escuchó, nos animó y nos retroalimentó, nos ha dejado hondamente “consolados”. Dejar registrada la experiencia tenida esos días para poder volver a ella cada vez que lo deseemos y necesitemos es la pretensión de la presente “Memoria”.

Damos gracias al Señor por la oportunidad de haber tenido esos días entre nosotros al Padre Sosa; y agradezco a todos los que hicieron posible que la visita se desarrollara con fluidez, devoción, entusiasmo, y espíritu de renovación.

Que san Óscar Arnulfo Romero y todos los mártires y testigos centroamericanos nos ayuden a que la “consolación” recibida durante la visita nutra y sostenga nuestro cotidiano esfuerzo por responder con coherencia a la exhortación del Señor: “consolad, consolad a mi pueblo”.

Rolando Alvarado, S.J.

Provincial