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Por: Karina Fonseca Vindas, Comisión Provincial del Apostolado Social (CPAS)

En 2025 se cumplen 30 años de la promulgación del Decreto 14: Los Jesuitas y la situación de la mujer en la Iglesia y la sociedad (CG 34). Fue un documento inesperado y sorprendió a la propia Congregación General que lo aprobó. No es un tratado sobre la mujer y está dirigido, primordialmente a los jesuitas, aunque también a sus colaboradores y colaboradoras. Tuvo como propósito apuntar los problemas y proponer caminos de solución en aquel momento.

Las violencias e inequidades contra las mujeres debían formar parte de las injusticias que la Compañía estaba obligada a afrontar en el cumplimiento de su misión. Y no sólo en un sentido universal, en cuanto que afecta a mujeres de todas partes y de formas muy diversas; sino también porque el Decreto 14 era un llamado a atender las dinámicas injustas que perjudican a las mujeres laicas y religiosas que forman parte del Sujeto Apostólico de la Compañía de Jesús.

En el marco del Día Internacional de la Mujer, nos entusiasma informar que, gracias al impulso dado por el equipo motor regional conformado por mujeres de la Comisión Provincial del Apostolado Social, muchas mujeres centroamericanas vinculadas a las obras de la Compañía de Jesús están empezando a sumarse a diálogos seguros y propositivos. El objetivo es avanzar hacia el reconocimiento, reflexión, intercambio y generación de propuestas que garanticen la Justicia de Género, a lo interno de la Provincia Centroamericana.

 

 

No es un camino sencillo y ha sido revelador lo poco que se conoce el Decreto 14. Por eso, hemos querido empezar explorándolo: ¿qué nos dice? ¿se ha podido avanzar en las transformaciones y soluciones? ¿es vigente tres décadas después? ¿qué quisiéramos, como mujeres colaboradoras, que cambiara en el relacionamiento y en los roles de género a lo interno y externo de la Compañía de Jesús?

Las interrogantes son profundas y numerosas. Pero somos cada vez más las mujeres que nos reconocemos como pilares en la Misión. Nos toca ahora mostrar nuestros rostros, hablar de nuestras experiencias y hacer planteamientos que logren germinar en suelos fértiles. He ahí lo importante: ¿Está la Compañía de Jesús a la altura de un tiempo que exige una real equidad, igualdad y respeto hacia las mujeres en todos sus extremos? Nosotras sentimos que queremos dar pasos en la dirección correcta. Nos entusiasma retomar el camino juntas, acompañándonos entre todas y con el firme propósito de continuar la lucha por un mundo más justo para cada una de las mujeres que lo habitan.

 

 

Enlaces de interés:

  1. Rostros y colectividades de mujeres en la Compañía de Jesús Centroamérica.

  2. Decreto 14. Los Jesuitas y la situación de la mujer en la Iglesia y la sociedad (CG 34).