Skip to main content

Evangelio del día, Marcos, 16-1-7

“Pasado el sábado, María Magdalena, María, la madre de Santiago, y Salomé, compraron aromas para embalsamar el cuerpo. Y muy temprano, el primer día de la semana, llegaron al sepulcro, apenas salido el sol. Se decían unas a otras: ¿Quién nos quitará la piedra de la entrada del sepulcro? Pero cuando miraron, vieron que la piedra había sido retirada a un lado, a pesar de ser una piedra muy grande. Al entrar en el sepulcro, vieron a un joven sentado al lado derecho, vestido enteramente de blanco, y se asustaron. Pero él les dijo: No se asusten. Si ustedes buscan a Jesús Nazareno, el crucificado, no está aquí, ha resucitado; pero éste es el lugar donde lo pusieron. Ahora vayan a decir a los discípulos, y en especial a Pedro, que Él se les adelanta camino de Galilea. Allí lo verán, tal como Él les dijo”.

Palabra del Señor.

Compartimos una reflexión a cargo del P. Carlos Manuel Álvarez Morales, S.J.

Si ustedes buscan a Jesús Nazareno, el crucificado, no está aquí. Ha resucitado

Como a las mujeres del Evangelio, es posible que nos suceda que queremos encontrar a Jesús en donde no está, en signos de muerte, de angustia, de miedo y desesperación; pero es claro, que a Él solamente podemos encontrarlo en donde están los signos de vida, de esperanza, de confianza y de consuelo, pues Él es la Vida Plena, y todo lo que se contrapone a esta Vida, no proviene de Dios sino del enemigo, quien quiere llenarnos de temor y desconfianza.

Tomando en cuenta la Resurrección del Señor, es bueno que me pregunte dónde comúnmente suelo buscarlo, si vivo más centrado en la cruz como signo claro de muerte, o en su Resurrección como signo claro de vida. Quizás he aprendido a buscarlo solamente en la cruz, pues es lo que más frecuentemente veo en los templos, pero no debo olvidar que Él es la Vida, que no se quedó en una cruz eternamente, sino que resucitó para quedarse presente en mí y en los demás.

¿Cómo ha sido hasta ahora mi experiencia con el Resucitado?, ¿dónde suelo buscar comúnmente al Señor, en la cruz de muerte o en la resurrección de vida?