A mecate corto – Semanario Informativo de Radio Progreso y el ERIC – Obras sociales de la Compañía de Jesús
“La lucha indígena gira alrededor de la defensa del derecho a existir junto a nuestros recursos naturales, la lucha por defender nuestra identidad cultural” expresó Armando Edguin, indígena de Nicaragua.
En San Salvador, El Salvador se desarrolló esta semana el Seminario Centroamericano de Análisis de la Realidad con el tema central de las luchas de los pueblos originarios. En este encuentro, organizado por laComisión del Apostolado Social de la Compañía de Jesús, participaron pueblos indígenas de Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Guatemala y Honduras, que plantearon, mediante análisis y testimonios personales, las grandes amenazas contra su propia existencia.
Realidad
Se calcula que en el mundo hay alrededor de unos 370 millones de habitantes indígenas que representan el 6% de la población global. Además hablan la mayoría de los 7000 idiomas del mundo.
“Si sumamos, en toda Centroamérica hay unos 10 millones de indígenas, la mayoría se ubican en Guatemala, son pueblos minoritarios pero con una gran riqueza cultura y de identidad” dijo a Radio Progreso el sacerdote jesuita, antropólogo Ricardo Falla.
Entre las amenazas para la existencia de nuestros pueblos originarios, además de ser minorías, se destacan la presencia de los tentáculos del modelo neoliberal que intentan arrebatarles el agua, la madera, los minerales, los recursos marítimos, en fin la madre naturaleza, violándoles los mecanismos de protección. “Las acciones de exterminio provienen de los estados y de las transnacionales que se niegan a reconocernos y respetarnos los derechos como pueblos originarios” expresó José Luís González, cacique mayor del Pueblo Indígena de Jinotega en Nicaragua.
Madre Naturaleza
“Nuestra espiritualidad no tiene nada que ver con religiones, nuestra espiritualidad la vivimos junto a nuestra madre, la naturaleza. El agua, el aire, el bosque, la tierra, por eso nuestra lucha va orientada en defensa de estos recursos que nos dan la vida y si nos lo quitan nos condenan a la desaparición como pueblo indígena” expresó Gerardo Nájera del Pueblo Té rraba en Costa Rica.
Para el jesuita, Ricardo Falla, los pueblos indígenas están actualmente bajo un acoso de un cambio cultural enorme y rapidísimo.
“Los pueblos originarios viven en territorios donde abundan los ríos, los bosques, los metales, la belleza de las playas, entonces viene gente que quiere invertir su dinero y sacar una rentabilidad muy alta, se ubican en esas zonas para explotarla pagando un gran precio: el deterioro de la naturaleza y como consecuencia la muertede nuestros indígenas”.
Apolonia Bejarano es una líder indígena del pueblo Ngabe ubicado en el pacífico sur de Costa Rica, contó su experiencia en la lucha contra las atuneras. “Mi pueblo vive en la frontera con Panamá y resulta que allí instalaron, en el mar muy cerca de la playa, una atunera que nos destruyó el ecosistema, ya no se puede usar la playa, los peces huyeron y nos arruinaronnuestro paisaje” dijo Bejarano.
Dos grandes males
La mayoría de los problemas que enfrentan nuestros pueblos indígenas es la discriminación y la indiferencia.“Las mujeres sufrimos doblemente discriminación: por ser mujeres y por ser indígenas, y se da hasta dentro de nuestro propio pueblo” se quejó Apolonia Bejarano. Pero la esperanza persiste acompañada de una lucha incansable. “Estamos dispuestos y en la obligación de continuar este camino y a reivindicar la sangre derramada por nuestros líderes que también tuvieron el anhelo de NO desaparecer como pueblos”, expresó María Guadalupe del Pueblo Naguat Pipil de El Salvador.
“También los jóvenes estamos organizados en un proceso de formación, vivimos la realidad, no se respeta la autonomía territorial ya que muchas empresas transnacionales han llegado a explotar nuestros recursos naturales, como jóvenes también participamos en esta lucha” dijo Telma Sánchez, joven Lenca de Honduras.En el seminario, los Pueblos Indígenas de Centroamérica dijeron conocer que en las legislaciones nacionales, llamadas constituciones en cada uno de los países, se garantiza su reconocimiento y protección por parte de los Estados pero que en la práctica son simples letras vacías escritas en papel.
También demostraron que saben manejar muy bien los convenios y leyes internacionales que los protegen como Pueblos Originarios lo que nos afirma que están empapados de la legislación internacional y, alno funcionar el Estado, saben a qué instancias acudir.