Por Chamika Nipun SJ
“Falleció de este mundo de manera común”. Así fue como el Padre Polanco mencionó la muerte de nuestro querido Peregrino, San Ignacio de Loyola. He aquí nuestro viaje, que comenzó con la curiosidad de saber más sobre el peregrinaje de Íñigo de este mundo al otro.
Nosotros, los escolares del Colegio del Gesù – Roma, durante el confinamiento, cuando las habitaciones de Íñigo estaban cerradas al público, aprovechamos la oportunidad para recrear el ambiente de la época y desarrollar un breve relato histórico. Esto nos llevó meses para consultar las Constituciones, los Ejercicios Espirituales y muchas cartas de Íñigo. Quisiera reconocer y agradecer la ayuda y orientación del P. Rolphy Pinto, profesor del Instituto de Espiritualidad de la Universidad Gregoriana de Roma, y del P. Tom Lucas, que ha guiado la restauración de las cámaras. Como resultado de una minuciosa investigación, incluso se pueden observar en la película la dieta de Íñigo encontrada a partir de una receta de su médico y varias deliberaciones que tuvieron lugar en estas habitaciones.
La película trata de cómo Ignacio hizo su examen de conciencia en su lecho de muerte. Se trata de un movimiento de ida y vuelta para inspeccionar cómo había vivido su vida en la tierra. Fue una coincidencia que la duración de la película fuera de 15 minutos, algo similar al examen diario de un jesuita. En nuestra investigación, pudimos notar cómo su discernimiento y estilo de vida de este período tenían vínculos directos con sus Ejercicios Espirituales. Así, la película exhibe el movimiento de los espíritus dentro de un ejercitante a través de las cuatro semanas de los Ejercicios Espirituales. Por lo tanto, será también una experiencia de peregrinaje para todos los que la vean; descifrar los símbolos, a veces ocultos, para fijarse en las directrices de los Ejercicios Espirituales. Al tratarse de un cortometraje, pensamos que podría utilizarse como resumen para los ejercitantes al final de un retiro ignaciano, junto con una explicación guiada por el acompañante para desenterrar los elementos ocultos de la espiritualidad ignaciana y ofrecer una experiencia del lugar donde el santo vivió y desarrolló muchos documentos de la Compañía.
Además, pudimos aprender cómo guiar espiritualmente a alguien mientras observábamos cómo Íñigo empleaba diferentes métodos para diversas personas con distintas capacidades. Particularmente, pudimos ver la paciencia de Ignacio con Isabel Roser, una de las tres mujeres jesuitas que entraron en la Compañía. Íñigo tuvo que enfrentarse a muchos retos con la expansión de la congregación y las grandes exigencias del papado durante esa época. Sus cartas conseguían mantener unidos a los compañeros y animar a los que encontraban dificultades en la formación. Así, sus desolaciones y consuelos son muy visibles.
La película es un autorreflexión de Íñigo en modo de narración, la mayoría de las palabras están tomadas de sus escritos. La película se publica en dos versiones, inglés e italiano, pero estamos más que dispuestos a poner el guion a disposición de quienes deseen traducir la narración en sus propias lenguas para hacerla accesible a los ejercitantes locales. Agradezco especialmente al P. Cecil Azzopardi su continuo apoyo y orientación. Un sincero agradecimiento a los Padres Orlando Torres y Keith Abranches por su estímulo como rectores anterior y actual del Colegio del Gesù. Un agradecimiento especial al P. John Dardis y a los miembros de la Oficina de Comunicación de la Curia General – Roma.
Se trata de una historia inspirada en hechos reales de un peregrino que cojea, se apoya en Dios mientras pone su confianza totalmente en Él, invitándonos a todos a ser peregrinos con un continuo discernimiento de los espíritus. La película viene acompañada de hermosas composiciones musicales que han sido grabadas en Polonia. Esperamos que este humilde esfuerzo nuestro pueda enriquecer espiritualmente a cada uno de ustedes, los que lo vean, durante este bendito Año Ignaciano.
Pueden ponerse en contacto con el realizador para obtener el guion original de la película.
Fuente: Jesuits Global
