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La Ignatian Solidarity Network (ISN) trabaja para conectar y unir a los miembros de la red jesuita para incidir por una variedad de temas de justicia social. Durante los últimos 15 años, ISN ha sido testigo de la evolución del trabajo en red a medida que aumenta la influencia de Internet y las redes sociales, reduciendo las limitaciones de trabajar como una red nacional. En consecuencia, ISN ha adquirido información sobre las mejores prácticas en torno a la creación de redes y la promoción online del siglo XXI, proporcionando una variedad de programas y oportunidades para que los miembros se conecten e inciden desde donde viven.

Un ejemplo de un exitoso programa nacional de trabajo en red a través de ISN es el Ignatian Carbon Challenge (ICC). La idea para el programa comenzó con dos profesores de Cheverus High School en Portland, ME. Buscaron una forma de darle vida a la encíclica Laudato Si del Papa Francisco en el aula y se acercaron a ISN para ver cómo podrían conectarse con otras escuelas secundarias con objetivos similares. A través del poder del trabajo en red, ISN pudo colaborar con profesores de ciencia y teología de todo el país para crear una serie de desafíos que animaron a los estudiantes de las escuelas secundarias jesuitas a promover el cuidado de la creación a través de acciones individuales e institucionales. 26 escuelas y alrededor de 5,000 estudiantes participaron en el primer año del ICC.

Al igual que con cualquier campaña, la innovación y la flexibilidad son esenciales, y este año, además del programa de para escuelas secundarias de ICC, ISN desarrolló una mini-campaña para invitar a los miembros de la gran red Ignaciana a participar en el Desafío de Cuaresma sin Plásticos. Durante la Cuaresma, más de 250 personas se comprometieron a «renunciar» a los plásticos de un solo uso como práctica espiritual. Los participantes aprendieron sobre los efectos dañinos del plástico de un solo uso y las alternativas a través de correos electrónicos semanales, oraron por la gracia de la «conversión ecológica» con recursos de oración, y se les brindaron oportunidades para incidir por un cambio a escala local y nacional. También se animó a los participantes a conectarse en las redes sociales para compartir problemas y sugerencias durante el ayuno de plástico.

Las mini-campañas, iniciativas breves, simples y específicas en el tiempo, brindan a las personas de toda la red la oportunidad de unirse en un esfuerzo unido, educarse a sí mismos y tomar medidas concretas en temas de justicia social. Estas campañas pueden ser bastante enriquecedoras, ya que los problemas complejos de justicia social pueden hacer que las personas se sientan paralizadas (es decir, no puedo detener el cambio climático, arreglar el sistema de inmigración, etc.). Al proporcionar formación y pasos de acción concretos, los individuos son invitados a participar a un nivel que se siente manejable y alienta el compromiso futuro.

ISN cree que estas campañas son una buena práctica importante en la era digital y satisfacen la necesidad de una acción concreta, en lugar del mero consumo pasivo. A medida que buscamos sanar divisiones, esta forma de redes digitales les recuerda a las personas que no están solos en su viaje para construir un mundo más justo.

Fuente: Jesuit Networking