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La comunidad educativa de la Escuela e Instituto celebró el 70 aniversario de fundación con una Eucaristía en honor a San José para agradecer a Dios por estas siete décadas de servicio y educación con el sello de la espiritualidad ignaciana.

 

Por Comunicaciones PROCAM

La Escuela Bilingüe e Instituto San José, en El Progreso, Honduras, celebró este 21 de marzo su 70 aniversario de fundación con una Eucaristía en honor a San José que ofició el Provincial p. José Domingo Cuesta, S.J., en compañía de los miembros de la comunidad educativa de la Escuela e Instituto. La Eucaristía también contó con la participación de otros jesuitas presentes en las obras hondureñas y salvadoreñas de la Compañía de Jesús.

En la homilía, p. Domingo Cuesta agradeció a Dios por los 70 años de trayectoria de la Escuela e Instituto y encomendó el presente y el futuro en sus manos. Aprovechó, también, para agradecer a quienes hicieron posible el proyecto: “sabemos que cuando una persona cumple 70 años ya está mayor, con una experiencia grande, llena de sabiduría y mirando hacia atrás por todo lo vivido”, expresó.

Foto: Escuela Bilingüe e Instituto San José

En su agradecimiento, p. Domingo incluyó a antiguos alumnos, profesores, padres y madres de familia, personal de mantenimiento y la comunidad jesuita que, en conjunto, han trabajado por siete décadas en el apostolado educativo en esta zona de Honduras.

Profundizó en las reflexiones de San Ignacio de Loyola y su invitación a poner todas nuestras esperanzas en las manos de Dios. Se refirió, también, a la visión de San Ignacio y los primeros jesuitas de los colegios: “desde un principio, San Ignacio se dio cuenta de que los colegios son un lugar para el encuentro con Dios, para el aprendizaje de valores y para un cambio de carácter”, dijo.

Foto: Escuela Bilingüe e Instituto San José

“El amor es lo que ha movido esta historia de 70 años. Lo que determina el valor de lo que uno hace es el amor con el que actúa”, expresó p. Domingo respecto a la labor que ha caracterizado a la Escuela e Instituto en ese tiempo. Además, se refirió a la espiritualidad ignaciana, sello de la educación jesuita, que invita a tener un corazón lleno de agradecimiento: “por ello, hoy es día de agradecer por todas las personas que contribuyeron con su presencia y cariño a hacer realidad la misión y la visión del colegio”.