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Cada 20 de junio conmemoramos el Día mundial del Refugiado en honor a las personas refugiadas y desplazadas en todo el mundo. Esta fecha, de acuerdo con la Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) busca rendir homenaje a las personas que se han visto forzadas a huir de sus hogares y enaltecer la fuerza y el coraje de quienes escapan de conflictos o persecuciones.

El Día mundial del Refugiado permite subrayar los derechos y necesidades de las poblaciones refugiadas y desplazadas con el fin de crear consciencia en los principales actores de tomas de decisión para generar condiciones de vida dignas para con estas personas.

El informe Tendencias de ACNUR (2022) señalaba que 108 millones de personas habían sido desplazadas por la fuerza. Los principales receptores de solicitudes de refugio en Latinoamérica son, de acuerdo con el informe, Estados Unidos, Costa Rica, México y España.

En nuestra región latinoamericana, las condiciones de vida que obligan a las personas a huir de su hogar se relacionan con la violencia generalizada, la falta de oportunidades y las constantes violaciones a derechos humanos. Además, la actual crisis climática también influye en el desplazamiento de comunidades que huyen de los efectos adversos de esta en sus lugares de origen.

A escala centroamericana, los datos de Guatemala señalan un incremento en la presencia de personas solicitantes de refugio: de acuerdo con el Instituto Guatemalteco de Migración (IGM), a partir de 2018 el número de solicitudes se incrementó en un promedio de 56%. Para 2022, el IGM recibió 1,356 solicitudes provenientes de El Salvador (44.6%), Honduras (26.7%), Nicaragua (16%) y Venezuela (9.5%). La mayoría de estas solicitudes son de mujeres, que representan un 48% del total de las solicitudes.

La Compañía de Jesús en Centroamérica brinda acompañamiento a personas solicitantes de refugio en su tránsito por Centroamérica a través de diversas obras que trabajan en la atención directa de las poblaciones desplazadas con la Red Jesuita con Mirantes.

En Guatemala a través de la Red Jesuita con Migrantes en ese país a través de asesoría legal en el proceso de solicitud y recursos administrativos para proteger sus derechos.

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La RJM brinda, también, atención médica, apoyo con alimentación, espacios seguros, servicio psicosocial y referencias interinstitucionales a otros organismos de protección a los derechos de las personas solicitantes de refugio en el Centro de Acompañamiento Integral a personas migrantes “Myrna Mack” en Ciudad de Guatemala, Guatemala. Este centro también brinda acogida a personas migrantes en su tránsito por el país centroamericano.

En Costa Rica, el Servicio Jesuita para Migrantes (SJM) brinda diversos servicios en asesoramiento legal, procesos de regularización y capacitación a personas migrantes, refugiadas y albergue temporal a solicitantes de refugio. En Panamá, Fe y Alegría trabaja desde el acompañamiento y la asesoría legal, la acogida, el apoyo en la culminación de estudios, ayuda humanitaria y primeros auxilios en frontera.

El Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC) en Honduras trabaja, también, desde la asesoría legal para personas migrantes que la soliciten. El Salvador, por su parte, cuenta con acompañamiento jurídico y psicológico a través del Programa de Migraciones de la UCA, en conjunto con el Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (IDHUCA)

De esta manera, la Compañía de Jesús en Centroamérica reafirma su compromiso con las comunidades más vulnerables a través del acompañamiento y la acogida con el objetivo de crear entornos más dignos y justos motivada por la Preferencia Apostólica Universal de Caminar con aquellas comunidades más excluidas.