El Mes Arrupe incluyó un recorrido por lugares emblemáticos en la historia de los mártires salvadoreños para profundizar en el testimonio de sus vidas.
Como parte de la agenda de actividades del Mes Arrupe que se desarrolla en El Salvador, los 19 escolares teólogos de diferentes provincias visitaron tres puntos clave en la historia de mártires del país centroamericano: El Paisnal, lugar de martirio del beato Rutilio Grande; el Hospitalito Divina Providencia, la residencia en vida de San Óscar Arnulfo Romero y las instalaciones de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, donde fueron asesinados los sacerdotes jesuitas y sus colaboradoras en 1989.
La peregrinación a estos espacios es vital tanto para entender puntos importantes en la historia reciente de El Salvador, marcada por luchas sociales por la conquista de derechos, como para acercarse al testimonio de los mártires del país que dejaron un legado de acompañamiento a los más excluidos a través del mensaje del Reino de Dios que sigue vivo hasta hoy en las comunidades en las que compartieron durante su tiempo en vida. La visita a estos lugares motiva, también, el trabajo desde una noción de Iglesia más cercana y humana.
- El Paisnal, San Salvador, El Salvador: El Paisnal es un municipio de El Salvador ubicado al norte de San Salvador, la ciudad capital. Para la comunidad católica salvadoreña, El Paisnal es símbolo de lucha por la justicia y la dignidad humana gracias a la figura del beato Rutilio Grande, jesuita mártir que fue asesinado junto a Manuel Solórzano, de 72 años, y Nelson Lemus, de 16 años, en 1977. El asesinato ocurrió en el contexto de represión y persecución política anterior al conflicto armado salvadoreño. Rutilio Grande, desde su trabajo pastoral con las Comunidades Eclesiales de Base que además de predicar el Evangelio desde una perspectiva humana y justa promovía, también, la formación del pensamiento y la organización social entre los feligreses. La comunidad, hasta la actualidad, mantiene vivo el legado del beato. Por esto, El Paisnal es un lugar emblemático para los peregrinos interesados en el testimonio martirial de Rutilio.
- Hospitalito Divina Providencia, San Salvador, El Salvador: El Hospitalito fue el lugar de residencia de San Óscar Arnulfo Romero en los últimos años de su vida. Fue, también, el sitio en el que fue asesinado convirtiéndose así en mártir de las causas justas en un El Salvador marcado por el recrudecimiento de la represión en el contexto del conflicto armado. El Hospitalito fue fundado por la Congregación de las Carmelitas Misioneras de Santa Teresa y se dedicaba a la atención de pacientes necesitados desde los principios de la caridad y el servicio. San Romero lo escogió entonces como su lugar de residencia por su proximidad con los más excluidos. El 24 de marzo de 1980, San Romero fue asesinado de un disparo en el momento de la consagración mientras oficiaba una Eucaristía en la capilla del hospital. Su asesinato estuvo marcado por la persecución en contra de figuras políticas, sociales y religiosas que denunciaran las injusticias, atropellos y violaciones constantes a los derechos humanos de la población salvadoreña en medio del conflicto armado.
- Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, Antiguo Cuscatlán, El Salvador: El 16 de noviembre de 1989, seis sacerdotes jesuitas, su empleada y la hija de esta fueron asesinados por militares salvadoreños en las instalaciones de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA): Ignacio Martín-Baró, Ignacio Ellacuría, Juan Ramón Moreno, Amando López, Segundo Montes, Joaquín López y López, Elba y Celina Ramos. Desde la labor filosófica, académica, universitaria y religiosa, los mártires de la UCA promovían el dialogo entre las dos partes involucradas en el conflicto armado salvadoreño que dejó más de 70 mil víctimas en 12 años de enfrentamientos. Denunciaban, también, las condiciones de graves abusos de derechos humanos de las comunidades más afectadas por el conflicto. Esto les valió entonces ataques y persecución que culminaron con su martirio en noviembre de 1989. El testimonio de lucha por la justicia a través de la vocación de cada uno es hasta hoy guía para la comunidad universitaria de la UCA, que continúa recordando el legado de los mártires.
El Mes Arrupe es una experiencia que la Compañía de Jesús propone a los estudiantes de teología próximos a la ordenación sacerdotal para reflexionar sobre la vida y la vocación jesuita. Las actividades están diseñadas para promover el diálogo interior y el encuentro con otros compañeros con el fin de profundizar en la convicción de la vida sacerdotal. El diálogo y las propuestas de este mes son respuestas concretas de la Compañía de Jesús a una sociedad cada vez más exigente con la verdad y con la coherencia en las acciones.
Fotografías cortesía de P. Hernán Quezada, S.J.