Rutilio Grande es el nombre de un jesuita muy conocido en América Latina, pero quizás no tan conocido en el resto del mundo. Sin embargo, es un testigo – un mártir – de la fe expresada en el compromiso por la justicia. El Padre Rutilio, un jesuita de El Salvador, había desarrollado una gran amistad con Monseñor Oscar Arnulfo Romero, el Arzobispo de San Salvador que también fue asesinado por su compromiso con los pobres y la paz. De hecho, fue en buena parte gracias a esta amistad que Monseñor Romero pudo ver mejor las dimensiones sociales esenciales de la fe en un contexto de abuso de poder y violencia.
Durante su pasantía en el Servicio de Comunicaciones de la Curia General, el joven periodista Luca Pirola quedó impresionado por una sala de reuniones que puede llamarse “la Sala de los Santos de la Compañía”. Las paredes están cubiertas con retratos de personajes famosos de la historia de la Compañía, desde San Ignacio y San Francisco Javier hasta los santos jesuitas del siglo pasado.
El retrato del P. Rutilio Grande no está todavía allí, pero Luca, después de haber tenido la oportunidad de conocer su historia, se reunió con el Asistente del Padre General para América Latina Septentrional, el P. Jesús Zaglul, comúnmente conocido como el Padre Chumi. Quería hablar con él sobre este jesuita que fue asesinado en 1977 y cuyo proceso de beatificación está en marcha, con la aprobación del Papa Francisco. Este video nos cuenta su conversación.
Fuente: Je/suits Global