RED JESUITA CON MIGRANTES DE CENTROAMÉRICA PROPONE
HOSPITALIDAD FRENTE A HOSTILIDAD EN EL FENÓMENO MIGRATORIO
En la ciudad de El Progreso, Yoro, se desarrolló del 1 al 3 de Julio el encuentro anual de la Dimensión Socio-pastoral de la Red de Jesuitas con Migrantes Centroamérica. En el encuentro participaron delegaciones de Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala y México.
“Estos encuentros se desarrollan desde hace siete años y surgen de la necesidad de que las diferentes organizaciones, no sólo de los Jesuitas, sino parroquias, albergues, centros de atención, organizaciones de Derechos Humanos e incluso universidades, todas las organizaciones que trabajan directa o indirectamente con la población y migrante con su problemática, intenten entender los contextos que son cada vez más complejos y que van cambiando,” expresó Yolanda González, coordinadora de la Red Jesuita con Migrantes en Centroamérica.
Un comunicado hecho público al final del encuentro expresa que las violaciones a derechos humanos en torno al fenómeno migratorio son expresión de un modelo excluyente y depredador que fuerza a la población a buscar una vida digna en otros países en condiciones de extrema vulnerabilidad. En los últimos años, además de la desigualdad y la falta de oportunidades sociales y económicas, se ha sumado el aumento de la conflictividad social, violencia y el crimen organizado.
“En este marco hay que comprender la crisis humanitaria que enfrentan la niñez y la juventud centroamericana desde hace ya años, de la cual organizaciones de la sociedad civil han venido alertando. Los niños, niñas y jóvenes se encuentran desamparados por parte de los gobiernos de sus países de origen, y al emprender la ruta migratoria, topan con los Estados de México y Estados Unidos, que los consideran una amenaza y ponen por encima sus intereses de seguridad nacional al principio universal del interés superior del menor y la reunificación familiar,” dice el comunicado.
“La Red Jesuita con Migrantes propone una sociedad construida entre todos y todas en la que la apertura hacia el otro, la solidaridad, la hospitalidad, se entienda como un componente de una sociedad democrática y no de las sociedades y las democracias autoritarias en las que el que tiene el poder es el que manda,” aseguró González.
En el encuentro se concluyó que las personas migrantes enfrentan en todas las etapas de su proceso migratorio un contexto de hostilidad que los marca en su camino. En los países de tránsito, como México, son víctimas de robos, asaltos, secuestros, extorsiones. En los países de destino, como Estados Unidos, Costa Rica o Panamá son considerados mano de obra barata, víctimas de explotación laboral y xenofobia. Y en los casos de las personas que son deportadas, cuando retornan a sus países se enfrentan a la estigmatización de sus vecinos.
“La hospitalidad debe ser entendida como un valor humano y ético pero también como un compromiso y una exigencia a los gobiernos de promover políticas que frenen la discriminación, la xenofobia y que frenen las políticas de prevención de violencia que buscan eliminar a las personas que se cree que provocan esa violencia sin atender a unas causas estructurales,” dijo González.
Las organizaciones que participaron el Encuentro Socio Pastoral convocado por la Red Jesuita con Migrantes de Centroamérica se comprometieron a continuar con la defensa de los derechos humanos de las personas migrantes y sus familiares, y se solidarizaron con los niños, niñas, jóvenes y familias que están sufriendo en la actualidad.
“Nos comprometemos a reforzar nuestro trabajo conjunto y en red para la construcción de un nuevo modelo social, económico, político y cultural que respete y valore la vida humana y los bienes naturales,” expresaron en el comunicado del encuentro.
Fuente: Radio Progreso