Las universidades de todo el mundo intentan seguir ofreciendo a sus estudiantes los cursos en los que están inscritos. Sucede así, por supuesto, en las universidades romanas de la Compañía de Jesús, que organizan una combinación de cursos a distancia y sesiones presenciales en pequeños grupos.
Pero la vida en Roma de los estudiantes de la Compañía de Jesús, en especial la de los escolares de las dos grandes comunidades del “Gesù” y del “Bellarmino”, no es sólo académica. Su vida es comunitaria, tiene una dimensión pastoral y supone una experiencia de la universalidad de la Compañía.
Queríamos saber hasta qué punto la situación actual de la pandemia está influyendo en la dinámica de la vida de los jóvenes jesuitas de estas dos comunidades, y le hemos pedido a los dos rectores que nos hablaran de ello. Son el P. Mario López Barrio, del Collegio San Roberto Bellarmino, y el P. Luis Orlando Torres, del Collegio Internazionale del Gesù.
Las restricciones en los viajes y sus consecuencias
Ambos rectores notan cómo las restricciones en los viajes han afectado a las actividades que normalmente se planifican durante el verano. A las actividades pastorales, pero también a las experiencias formativas como el “Mes Arrupe” de los que se preparan para el sacerdocio, y a la peregrinación a Tierra Santa que ofrece un nuevo modo de leer y apreciar la Sagrada Escritura.
En relación directa con el COVID, el P. Mario señala que mientras que algunos han podido viajar, aunque sólo dentro de Europa, “en los viajes de este verano se han dejado sentir las consecuencias del Covid, tanto en la movilidad dentro como fuera de Italia: uno de nuestros estudiantes contrajo el virus, y tuvo que someterse al correspondiente confinamiento. Varios de nosotros también fuimos sometidos a algunos días de cuarentena al regresar a casa. Esto obviamente afectó la vida de la comunidad”.
En la comunidad del Gesù, la mayoría de los nuevos escolares, 18 de 20, pudieron finalmente llegar a Roma, pero por lo general no han tenido ocasión de hacer su curso de italiano en Italia, como es habitual. Los cursos on line obviamente no tienen la misma eficacia, pero nuestros jóvenes, a su llegada, han sido capaces de hacer frente al desafío del idioma.
¿Pueden los estudiantes seguir sus cursos universitarios?
El Rector del Bellarmino responde: “Ya el año pasado nos encontramos con el obstáculo de que el programa se desarrolló parte on line, parte en clases presenciales, con la consiguiente dificultad para profundizar en las diferentes materias. Con todo, seguimos buscando la manera más conveniente de estudiar y seguir adelante. Los profesores tienen que trabajar más duro en su doble tarea de preparar los cursos on line y a la vez los cursos presenciales”.
El P. Orlando Torres añade: “En la actualidad, los estudiantes se turnan para asistir a las clases en la universidad: una semana, la mitad de ellos va a clase y la otra mitad sigue los cursos on line. Los seminarios y el estudio de idiomas se llevan a cabo de forma presencial. Algunos de nuestros estudiantes de primer año han pedido poder seguir los cursos on line en grupos, de modo que los que tengan más dificultades para entender el italiano puedan pedir ayuda, en ese mismo momento, a un compañero. Hemos instalado una pantalla de televisión en una gran sala para aquellos que quieran hacerlo así”.
Creatividad y adaptación en las comunidades de formación de Roma
Mario López Barrio: “Para intentar que este tiempo de encierro se haga menos pesado, hemos favorecido los momentos de relajación dentro de casa (cine, reuniones y celebraciones sociales). Y, por otra parte, el servicio de pastoral ha organizado en casa diversas liturgias, que generalmente tienen lugar en lugares variados.”
Luis Orlando Torres: “A mediados de octubre, vivimos un fin de semana de integración de la comunidad en una casa de retiro no lejana de Roma. Allí organizamos actividades recreativas, oportunidades para el intercambio, tiempos de oración e incluso un espectáculo amateur. Personalmente presenté las bases de la formación en el Colegio del Gesù. En casa tenemos la suerte de tener a nuestra disposición un patio interior que permite actividades al aire libre. Y reiniciamos nuestras tardes de comunidad de los viernes con la Eucaristía, la pizza, reuniones de grupo y a veces un invitado que nos habla de algún elemento de la formación del jesuita.”
Fuente: Jesuits Global