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Como probablemente ya sepas, el 20 de mayo de 2021 la Compañía de Jesús y la familia ignaciana iniciarán la celebración mundial del Año Ignaciano, donde conmemoramos la conversión de San Ignacio. 

Ese día, hace 500 años, San Ignacio sufrió la herida de una bala de cañón mientras defendía Pamplona. Para él, supuso un importante fracaso y un cambio de planes en lo que imaginaba para su futuro, lleno de riquezas y hazañas mundanas. Pero este fracaso resultó ser solo aparente, pues marcó el comienzo de un proceso de conversión que conduciría a Ignacio a sueños más grandes, ya no centrados en sí mismo, sino en Dios. Comenzaría a ver todas las cosas nuevas en Cristo.

Celebrar no es un fin en sí mismo. Celebramos este año para recordarnos la oportunidad diaria de experimentar una nueva conversión y vivir una experiencia transformadora. Es un llamado a permitir que el Señor nos descubra un nuevo entusiasmo, interior y apostólico, una nueva vida, nuevos caminos para seguir a Cristo. 

Precisamente, el Padre General nos lo advierte: «San Ignacio no es el centro de este Año Ignaciano, es el medio a través del cual necesitamos ir a Cristo. Cristo debe estar siempre en el centro. Si no fijamos nuestros ojos en Él a lo largo de este año, este aniversario no tendrá sentido».

En este sentido, a principios de 2021 se celebró un gran encuentro virtual en el que el P. Arturo Sosa compartió sus esperanzas y sueños para este año. Participaron más de 120 personas de todo el mundo dispuestas a colaborar, juntas: coordinadores del Año Ignaciano en las diferentes Provincias de la Compañía, representantes de las Conferencias, representantes de varias congregaciones femeninas de espiritualidad ignaciana y de CVX (Comunidad de Vida Cristiana), etc. El Padre General expresó su alegría por la participación activa de toda la familia ignaciana: «Abrigo la esperanza y el deseo de que podamos trabajar juntos los miembros de toda la familia ignaciana para celebrar este año, redescubrir nuestras raíces comunes y así renovarnos personalmente y renovar nuestra visión del mundo». Todos estamos llamados a colaborar en esta celebración: jesuitas, compañeros y compañeras en la misión, laicos, laicas, jóvenes, religiosas, religiosos y quienes desde otras creencias o convicciones humanas participan en la misma causa. 

En este encuentro se compartieron algunos proyectos que la Curia está desarrollando para el Año Ignaciano y ejemplos diseñados en las distintas Provincias, y se propusieron algunas herramientas para hacer posible una mejor colaboración. Este webinar nos anima a todos a impulsar los preparativos para el Año Ignaciano, a colaborar para hacer más fructífera esta celebración, a involucrarnos en las nuevas oportunidades, en sueños aún más amplios y optimistas.

Todo el año seguirá estando guiado por las Preferencias Apostólicas Universales 2019-2029. Tal y como nos recuerda el Padre General, «asimilarlas supone una conversión para cada uno de nosotros, nuestras comunidades y nuestras instituciones u obras apostólicas. Pidamos la gracia de un cambio real en nuestra vida-misión de cada día».

Fuente: Jesuits Network