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Cuando el tifón Haiyan golpeó las Filipinas en 2013, la Xavier Network (XN – Red Javier) se puso en contacto con la Provincia de Filipinas para decidir si iban a responder y cómo. De ahí arrancó un esfuerzo de cinco años de trabajo en colaboración entre Xavier Network y los jesuitas de Filipinas en un proyecto plurianual y multimillonario para ayudar a los afectados por el Haiyan.

La Xavier Network agrupa 13 oficinas de misiones y organizaciones internacionales para el desarrollo de Provincias jesuitas de Europa, Canadá y Australia. Nuestra razón de ser es promover la solidaridad internacional basada en la justicia. Muchas de las organizaciones que la componen existen desde hace décadas, pero la XN como tal fue creada en el año 2004, con la convicción de que trabajando unidos podemos ser más efectivos. Nuestra colaboración es el fruto de un paciente esfuerzo por trabajar juntos, difícil a veces, pero que tiene un enorme potencial.

Somos agencias distintas, con diferentes historias y estructuras, pero aportamos la experiencia de trabajar en asociación con instituciones jesuitas que acompañan a los más pobres y marginados del mundo. En este sentido, la XN encarna la segunda de las Preferencias Apostólicas Universales (PAU) de los jesuitas: caminar junto a los pobres y excluidos. Nuestra misión se guía por la comprensión que tiene la Iglesia del desarrollo humano integral y está inspirada en el compromiso de la Compañía con la reconciliación y la justicia.

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Nuestra tradición, experiencia y presencia en nuestros propios países y en el extranjero hacen que la XN sea muy particular. Elegimos colaborar no solo por motivos pragmáticos, sino también porque muchos de los factores que empobrecen o marginan a las personas son globales.

El desarrollo de un enfoque conjunto de las emergencias es una de las cuatro áreas de colaboración que existen en la red. Las otras son los programas internacionales, la defensa de causas y el voluntariado.

La red apoya cientos de proyectos en África, Asia y Latinoamérica. También apoyamos proyectos estratégicos comunes de la Compañía de Jesús en el sur global, que promueven la creación de redes, el fortalecimiento de las instituciones, la innovación y la transformación social. La red colabora activamente con organizaciones jesuitas internacionales, como el JRS, Fe y Alegría, AJAN y la Global Ignatian Advocacy Network (Red global de advocacy ignaciana), entre otras.

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Estamos trabajando con nuestros socios en un enfoque común para la captación de fondos, la implementación de proyectos y la rendición de cuentas. Una prioridad actual es el desarrollo de una política común para garantizar la seguridad de los niños en las organizaciones y proyectos que apoyamos.

Un tercer centro de atención es la defensa de causas y la sensibilización. El Papa Francisco dice: «La necesidad de resolver las causas estructurales de la pobreza no puede esperar». Las PAU afirman que la promoción de la justicia social es «una dimensión necesaria de la reconciliación de los seres humanos, los pueblos […] entre sí». Defendemos causas tanto a nivel nacional como internacional. Hemos presionado a nuestros gobiernos para proteger a defensores de los derechos humanos en Honduras; miembros de la XN han colaborado en favor de la justicia fiscal en África. Otros han hecho campañas para asegurar la justicia en el sector minero.

El cuarto centro de atención es el voluntariado. El Papa Francisco nos recuerda que «Jesús quiere que toquemos la miseria humana, […] que aceptemos de verdad entrar en contacto con la existencia concreta de los otros». Muchos miembros de la XN llevan programas de voluntariado en el sur global para ayudar a la transformación de las personas hacia un compromiso con la justicia. En 2018, la XN tenía más de 60 voluntarios en el extranjero.

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Existen desafíos. Las diferencias de capacidades, historia y tipo de trabajo entre los miembros ralentizan nuestro avance. Un segundo reto es cómo equilibrar las diversas expresiones locales del trabajo con la necesidad de respetar la estructura jesuita, profundamente enraizada en la misión ignaciana, haciendo a la vez el mejor uso posible de las capacidades técnicas, los procedimientos y la experiencia que existen en las organizaciones más establecidas.

Tres temas estratégicos, entre otros, van a ocupar nuestras reflexiones en el futuro próximo: primero, cómo reforzar los lazos con las Provincias jesuitas del sur global para que haya un mayor nivel de igualdad, reciprocidad y corresponsabilidad entre nosotros; segundo, cómo aumentar la participación de los socios del sur en la red para mejorar la comprensión y acrecentar la colaboración; tercero, cómo conseguir el máximo impacto con nuestros limitados recursos humanos y financieros.

Se ha dicho que san Ignacio poseía «gran energía para iniciar empresas arduas, gran constancia en continuarlas y gran prudencia en dirigirlas a su fin». La Red Javier no aspira a menos en el ejercicio de su liderazgo ignaciano y colaborativo.

[Artículo de la publicación “Jesuitas – La Compañía de Jesús en el mundo – 2020”, por Jenny Cafiso y Paul Chitnis]