El Servicio Jesuita para Migrantes en Costa Rica compartió un comunicado de denuncia exigiendo respeto a la dignidad de las personas migrantes en el marco del anuncio de la colaboración del Gobierno costarricense con las acciones de repatriación de Donald Trump.
El Gobierno del presidente Rodrigo Cháves en Costa Rica llegó a un acuerdo con el gobierno de Estados Unidos para la recepción de 200 personas migrantes, en primera instancia, en el territorio costarricense. Organizaciones de defensa de derechos humanos y de las personas migrantes y retornadas en el país y en la región centroamericana manifestaron preocupación por la falta de transparencia en la información alrededor de estos traslados, sobre todo en las condiciones bajo las que son recibidos. En este sentido, el Servicio Jesuita para Migrantes en Costa Rica emitió un comunicado denunciando esta situación por considerar que atenta contra la dignidad y los derechos de estas personas. Compartimos a continuación el comunicado:
San José, 18 de febrero de 2024
En el Servicio Jesuita para Migrantes Costa Rica expresamos nuestra más profunda preocupación y alertamos a la sociedad costarricense y a toda la comunidad internacional:
- El gobierno de Costa Rica anunció ayer que “colaborará con el gobierno de Estados Unidos para la repatriación de migrantes”. El primer vuelo comercial de personas deportadas llegará el día de hoy y serán trasladadas de inmediato al centro conocido como El CATEM, en el cantón de Corredores, fronterizo con Panamá. Ahí, permanecerán encerradas hasta que sean enviadas a sus países. Exigimos información pública sobre las condiciones en las que estas personas están ingresando al país, la atención y protección que se les prestará, el tiempo de reclusión que deberán soportar, los mecanismos con los que se garantizará el traslado a sus países de origen. Y lo más alarmante: el horror que deben estar sintiendo las personas que no pueden, por razones de seguridad personal y familiar, regresar a los países de lo que tuvieron que huir. ¿De qué formas se respetará la normativa internacional que ha suscrito Costa Rica en materia de Refugio y Derechos Humanos?
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Se empieza a sentir con más fuerza en los cantones fronterizos de Costa Rica (tenemos evidencia en Los Chiles y Corredores), la presencia de gran cantidad de personas, familias con niños, niñas, bebés y adultas mayores, en estados sumamente precarios, luego de haber desistido de su travesía para ingresar a Estados Unidos. Ahora emprenden un doloroso retorno a sus países de origen o intentan encontrar un punto seguro de permanencia en México, Centroamérica u otro país del continente. ¿Quiénes se van a responsabilizar por estos grupos de personas agotadas, enfermas, agredidas y asustadas? ¿De qué manera podemos exigir respuesta oportuna a los gobiernos?
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La desfinanciación que está golpeando duramente a las organizaciones de sociedad civil, basadas en la Fe y a otras instancias internacionales, por las recientes disposiciones de la administración Trump, reduce de manera drástica la atención humanitaria y otros servicios básicos que necesitan con urgencia las personas migrantes forzadas en la ruta migratoria. La crisis humanitaria de las personas migrantes y refugiadas está adquiriendo dimensiones insospechadas.
¡Despertemos por favor costarricenses, hermanas y hermanos americanos! ¿Vamos a bajar los brazos y consentir las imposiciones externas que no hacen más que contribuir a la desesperanza absoluta que embarga a tantos seres humanos que sufren estos atropellos?
Karina Fonseca Vindas
Directora Nacional