Del 16 al 18 de octubre, tendrá lugar en Washington DC la Reunión Anual entre el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Grupo Banco Mundial (GBM). Uno de los asuntos centrales que debatirán ambas instituciones será su abordaje de la pandemia de COVID-19 y los desafíos que plantea la crisis para los países más vulnerables. Se trata de un encuentro de vital importancia para los países en desarrollo puesto que las decisiones de ambos organismos determinarán las condiciones y las prioridades en el acceso a la financiación necesaria para hacer frente al coronavirus y sentar las bases de la recuperación.
Aprovechando la ocasión, numerosos líderes cristianos de todo el mundo han enviado una carta a los asistentes a dicho encuentro pidiéndoles que “cancelen las deudas que los países en desarrollo tienen con sus instituciones mientras dure esta crisis”. En la misiva los firmantes reconocen los esfuerzos realizados hasta el momento y dan la bienvenida a algunas de las medidas adoptadas. Entre otras, destacan la decisión del FMI de cubrir los pagos de la deuda durante un período de seis meses para 28 países, así como la disponibilidad de nueva financiación de emergencia del FMI y el Banco Mundial, que asciende a 88.000 millones de dólares hasta la fecha.
Sostienen, sin embargo, que estas medidas son insuficientes y no responden a la urgencia y la magnitud de la crisis. Sin la cancelación de las deudas, afirman, “sigue existiendo un grave riesgo de que los países en desarrollo no dispongan del dinero que tan desesperada y urgentemente necesitan para detener la propagación del virus, tratar a las personas que lo padecen y hacer frente a la destrucción económica y social generada por el virus”.
Este llamamiento va en consonancia con el mensaje publicado por el Papa Francisco con motivo de la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, en la que Su Santidad instó a los líderes cristianos de todo el mundo a defender “la cancelación de la deuda de los países más vulnerables, en reconocimiento de las graves repercusiones de las crisis médicas, sociales y económicas a las que se enfrentan como resultado del Covid-19″. Una idea que ha vuelto a destacar con fuerza en su última carta encíclica, titulada Fratelli Tutti, en la que sostiene que, en el contexto de los países pobres, “el pago de la deuda en muchas ocasiones no sólo no favorece el desarrollo, sino que lo limita y lo condiciona fuertemente” (FT, 126).
La crisis desatada por la pandemia es una de esas ocasiones en las que el pago de la deuda no puede anteponerse al cuidado de la vida humana. De ahí, que tanto líderes religiosos como las organizaciones católicas de cooperación internacional pidan con urgencia la cancelación inmediata de la deuda externa durante la gestión de esta pandemia.
La Companía de Jesús en España se suma a esta propuesta
Este llamamiento de los líderes cristianos ha recibido el apoyo de numerosas organizaciones católicas en diferentes países de nuestro entorno. Desde el Secretariado para la Justicia Social y la Ecología de los Jesuitas en la Curia romana han invitado a los Provinciales Jesuitas de todo el mundo a sumarse a esta petición. Tanto el presidente de la Conferencia Jesuita de Provinciales Europeos, como el Provincial de la Compañía de Jesús en España han secundado esta iniciativa que, sin duda, puede abrir un horizonte de esperanza en la salida a la actual crisis. Desde nuestro compromiso con la justicia socioambiental Entreculturas y Alboan también hacemos nuestro este llamamiento.
Fuente: Alboan