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Fiesta de San Alonso Rodríguez

La vocación del hermano jesuita es profética, hoy más que nunca…Padre General Arturo Sosa, SJ

Este es el tema que el padre Arturo Sosa desarrolla en un video mensaje que envía a los hermanos jesuitas de todo el mundo con motivo de “su fiesta”, la de su patrón, San Alonso Rodríguez.

Esta vocación es profética porque responde a los objetivos de las Preferencias Apostólicas Universales de la Compañía: para el hermano jesuita, vida y misión son una sola. También es profética porque testimonia contra el clericalismo, la ambición y el abuso de poder.

Vea el vídeo o lea el texto del mensaje a continuación.

Mensaje del P. General a la reunión de Hermanos jesuitas
Fiesta de San Alfonso Rodríguez, 31 de octubre de 2021

Queridos Hermanos,

Me llena de alegría poder dirigirles un cálido abrazo en la fiesta de San Alfonso Rodríguez. Es un día muy especial para los Hermanos Jesuitas en todo el mundo. El Hermano Alonso era una persona de exquisita sensibilidad e intuición espiritual que lo hacía un excelente acompañante espiritual. Bien conocida es su cercanía a Pedro Claver a quien acompañó en su discernimiento misionero y en su atrevimiento a vislumbrar nuevos horizontes. Del acompañamiento y el discernimiento de espíritus brotaron dos santos jesuitas.

En ocasión de la reunión de Hermanos jesuitas para celebrar su vocación, doy gracias a Papá Dios por cada uno de ustedes y por todo lo que hacen en la Compañía de Jesús al servicio de la misión de Cristo en la Iglesia para el mundo. Doy gracias a Papá Dios por lo que ustedes, los Hermanos Jesuitas, son. Agradezco al Señor cada una de sus personas, su generosidad y su vida en la Compañía. Ustedes son testimonio vivo de la íntima relación entre vida y misión en el carisma jesuita.

El Hermano jesuita tiene una vocación profética, vigente hoy más que nunca:

Profética porque busca, encuentra y muestra el camino hacia Dios… se pone al lado de los marginados y descartados de la sociedad… escucha a los jóvenes los acompaña y comparte su esperanza… y se compromete en lo cotidiano, lo grande y lo pequeño, con el cuidado de nuestra Casa Común.

Es profética porque se contrapone al clericalismo, a la ambición desmedida, al abuso de poder. Profética porque se niega a perseguir la riqueza, el vano honor del mundo y la soberbia como estilo de vida.

Mi acción de gracias tiene su raíz en la experiencia de los Hermanos jesuitas que han influido profundamente en mi vida. Hombres sensibles y valientes, sabios y de exquisito humor, interiormente libres e íntegros. Los Hermanos jesuitas que he conocido han sido testimonio de lo esencial de la vida religiosa: una vida movida por el amor, siguiendo a Jesús pobre y humilde. Hombres felices de caminar con Jesús pobre y humilde sirviendo en lo todo que haga falta. Poner la mirada primero en Dios y elegir hacerse compañero de Jesús para “en todo amar y servir” es la médula de la vocación del Jesuita, ministro ordenado o laico consagrado.

Vivimos en tiempos históricos de mucha incertidumbre. No alcanzamos a conocer lo que el futuro nos depara. Como Abraham, nuestro Padre en la fe, estamos llamados a vivir la incertidumbre de este tiempo con confianza y valentía. Aunque nos resulte difícil en muchas ocasiones, podemos experimentar la incertidumbre de la historia como gracia. Por eso, seguimos caminando, suplicando la consolación que viene del Espíritu Santo que nos acompaña.

Les agradezco de corazón poder compartir con ustedes este mensaje en el día de hoy. Mi gratitud a cada uno de ustedes por el modo como testimonia la vocación jesuita.

Cuenten con mi oración y apoyo. Que el Señor llene de bendiciones a cada uno de ustedes en el modo que cada uno necesita y conoce el Padre del cielo. Sean constantes en la oración por la Compañía de Jesús, por las vocaciones de Hermanos jesuitas y por quienes tenemos responsabilidades de gobierno en ella.

El Señor los bendiga.

Arturo Sosa, SJ
Superior General


Fuente: Jesuits Global

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