Recientemente, los Provinciales de América Latina se reunieron, virtualmente. Se plantearon cómo la Compañía de Jesús podría seguir sirviendo aún mejor a la gente de los países en los que está comprometida. Al igual que en otras partes del mundo, los jesuitas en América Latina son conocidos como educadores. Sus redes de instituciones a todos los niveles, incluida, por supuesto, la de Fe y Alegría, nacida en América Latina, suelen estar en el centro de los compromisos de las distintas Provincias y Regiones.
La CPAL (Conferencia de Provinciales de América Latina y el Caribe), por lo tanto, se sintió particularmente desafiada por la petición del Papa Francisco de firmar lo que él llamó el “Pacto Educativo Global”. De hecho, de su puño y letra, Francisco escribió a los Provinciales jesuitas de la región. Les dijo que confiaba en ellos para llevar adelante este proyecto que invita a la colaboración de la familia, los gobiernos y las escuelas. Recordando que esta idea de un pacto por la educación no es nueva, el Santo Padre cree que ahora es el momento adecuado para darle nueva vida. Añade: “Ciertamente que no se trata de una simple renovación sino de recrear (…), de proponer un camino de integración personal y social donde el armonioso lenguaje de la mente, el corazón y las manos exige una actividad armónica entre la escuela, la familia y el gobierno.”
Reveló esta iniciativa durante una intervención en la Universidad Pontificia del Laterano el 15 de octubre de 2020. Aquí hay algunas frases clave de su discurso:
“Creemos que la educación es una de las formas más efectivas de humanizar el mundo y la historia. La educación es ante todo una cuestión de amor y responsabilidad que se transmite en el tiempo de generación en generación.
Por tanto, la educación se propone como el antídoto natural de la cultura individualista, que a veces degenera en un verdadero culto al ‘yo’ y en la primacía de la indiferencia.
Hoy es necesario un nuevo periodo de compromiso educativo (…). Tal inversión formativa, basada en una red de relaciones humanas y abiertas, debe garantizar el acceso de todos a una educación de calidad, a la altura de la dignidad de la persona humana y de su vocación a la fraternidad. Es hora de mirar hacia adelante con valentía y esperanza. Que nos sostenga, por tanto, la convicción de que en la educación se encuentra la semilla de la esperanza: una esperanza de paz y de justicia. Una esperanza de belleza, de bondad; una esperanza de armonía social.”
Responder a esta petición del Papa Francisco fue considerado una prioridad durante la última Asamblea de la CPAL. El propio Padre General, durante la sesión en la que participó con los Provinciales, desde Roma, instó encarecidamente a los Provinciales a que se comprometieran. Les dijo: “La propuesta del Papa Francisco nace de un profundo deseo de contribuir eficazmente a tomar los medios para fundar un futuro mejor para toda la humanidad. Un futuro lleno de esperanza construido sobre la fraternidad humana y la armonía con el medio ambiente.” Según el P. Sosa, el Pacto Educativo Global tiene sus raíces en las preocupaciones pastorales expresadas tanto en Evangelii Gaudium, en Laudato Si’ y más recientemente en Fratelli tutti. La situación mundial de la pandemia hace que este pacto sea aún más esencial para contrarrestar la “catástrofe educativa” que la pandemia está causando a millones de jóvenes que, por razones sanitarias o económicas, no pueden continuar sus estudios.
Este proyecto, añade el Padre General, está muy en consonancia con el espíritu de nuestras Preferencias Apostólicas Universales. También insiste en que el compromiso con el Pacto Educativo Global no es de interés sólo para el “sector educativo”, sino para todo el cuerpo de la Compañía. Se trata de transformarnos en un “aula de educación global”. Todo lo que hacemos puede contribuir a crear las condiciones para la maduración integral de las nuevas generaciones; así todas las instituciones jesuitas, de cualquier naturaleza, pueden participar en este pacto.
Para concretar su llamada, el General firmó, ante todos los Superiores Mayores de América Latina y el Caribe, el Pacto Educativo Global. Invitó a la CPAL y luego a sus Provincias y Regiones a hacer lo mismo. Así, se anunció que “La Compañía de Jesús en América Latina y el Caribe firma el Pacto Educativo Global.” Todos los jesuitas, sus socios y sus obras están invitados a firmarlo el 12 de diciembre, la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe.
Para ver el formulario de compromiso que la CPAL invita a firmar, haga clic aquí.
Fuente: Jesuits Global