Skip to main content

En esta conversación, Sajid Herrera, Coordinador de UCA Editores, reflexiona sobre la relevancia del trabajo editorial como puente entre la producción científica y artística y las sociedades en el marco del 50° aniversario de la editorial universitaria.

 

UCA Editores, la editorial de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, en El Salvador, se fundó oficialmente el 1 de mayo de 1975 por la junta directiva de la universidad de ese entonces. En 50 años de trabajo, la editorial cuenta con un catálogo que alberga cerca de 500 títulos en las colecciones Estructuras y procesos, Cuadernos de cátedra, Debates, Iglesia en Latinoamérica, Teología, Colección Francisco Gavidia, entre otras. En 2025, UCA Editores llega a su 50° aniversario, y recuerda el trabajo editorial en pro de la incidencia social en El Salvador y en la región centroamericana y latinoamericana como recalca en esta conversación el Doctor Sajid Herrera, coordinador de la editorial.

¿Cuál es la relevancia del trabajo editorial?

El trabajo editorial en un mundo globalizado sigue siendo tan importante como cuando apareció la primera imprenta. Es un espíritu que alimenta, que promueve la investigación y eso va fomentando la información que, por ejemplo, nosotros observamos en las distintas plataformas digitales que hay a nivel mundial. De hecho, muchas de estas plataformas digitales y por las cuales ahora los ciudadanos y las ciudadanas acceden a información están basadas en el trabajo editorial. ¿Cuántos estudiantes ahora universitarios o de colegio no encuentran soluciones en plataformas digitales, artículos científicos, artículos o trabajos literarios, etcétera, que tiene la base en el trabajo editorial? ¿Por qué? Porque han sido publicados en revistas internacionales, en revistas científicas, han sido publicados por editoriales, como libros.

Entonces, el trabajo editorial, al fin y al cabo, sigue siendo tan importante como antes. Porque es el puente que permite la conexión entre los autores y autoras y el público lector, es el puente que permite al público lector tener información nueva, tener información fidedigna, conocer sobre problemas sociales, económicos, políticos, pero también conocer y entender fenómenos naturales, y a los autores y autoras les permite desarrollar su ingenio, les permite que su creatividad, que han plasmado una obra, esta obra tenga un alcance público y ahora, con las plataformas digitales, un alcance casi universal. Se renueva constantemente, se reactualiza con las nuevas generaciones, se reactualiza con las sociedades y debe adaptarse a las nuevas generaciones y a los dilemas sociales que se plantean.

¿Qué  mueve a UCA editores para seguir realizando trabajo editorial en El Salvador y en Centroamérica?

UCA Editores sabe que ha tenido una incidencia muy importante en la historia salvadoreña en estos 50 años: incidencia política, económica, social y cultural. Sabe que sus libros justamente han generado debate y reflexión en torno a la sociedad salvadoreña y regional. En estos 50 años, nuestros libros han generado amplios espacios de debate, de discusión académica, de formación en población, incluso en aquella que no ha tenido acceso a educación superior, pero sí tenido hambre y sed de conocer la realidad de El Salvador y de la región.

Esta experiencia es la que nos sigue a nosotros motivando a a seguir publicando, a seguir con esta tarea de mantener una editorial universitaria. Esto porque uno de los elementos constitutivos de una universidad es la editorial. No solo es la enseñanza, no solo es la investigación, sino también la publicación, porque la universidad significa un pensamiento universal. Y es este espacio donde se cocina ese ese pensamiento universal.

¿Cuál es el elemento distintivo de UCA Editores?

UCA Editores apuesta siempre por las publicaciones relacionadas con el campo de la investigación. Desde acá, publicamos obras y libros, textos del área de las ciencias sociales y las humanidades. Es decir, sociología, economía, política, antropología, historia, filosofía, teología, entre otras, además de la publicación de trabajos literarios. Y este compromiso, esta forma de pensar, nace en la década de los setenta, específicamente en el 75. Es entonces cuando una generación de jesuitas, entre ellos Ignacio Ellacuría, Jon Sobrino, Ignacio Martín Baró, Segundo Montes, entre otros,  consideran que el propósito y el objetivo principal de la universidad es que la racionalidad científica, el pensamiento que se desarrolla, que se investiga, que se genera al interior de esta casa universitaria sirva para transformar la sociedad salvadoreña, sirva para el cambio social.

*Foto de cabecera: Cortesía Violeta Quintanilla