El Colegio Javier, obra de la Compañía de Jesús en Panamá, tiene un amplio recorrido que inicia en 1948 basado en la excelencia e integridad de la educación jesuita y en experiencias insignia de servicio a la sociedad panameña.
El 24 de mayo de 1948, el Colegio Javier, institución jesuita en Panamá, Centroamérica, abrió sus puertas por primera vez con la misión de formar con excelencia integral a hombres y mujeres al servicio de la fe y la promoción de la justicia. 77 años después, continúa firme en la misión fundamentado en la Espiritualidad de San Ignacio de Loyola «pretendiendo alcanzar el Magis Ignaciano».
En siete décadas, el Javier se ha caracterizado, además de la educación integral, por su profundo sentido de conexión con la realidad. Es esto último uno de los rasgos que más busca impregnar en las y los estudiantes. Una de las iniciativas insignia del colegio encaminada a este objetivo es el Servicio Social Javeriano, experiencia que pretende generar esta conexión desde los valores humanos y cristianos.
Desde el Servicio Social, las y los estudiantes del colegio se acercan con algunas comunidades excluidas en Panamá para conocer de primera mano cómo es su realidad de vida y hacer un aporte humano y cristiano a esta. Se trata de una «culminación» de un proceso de vida estudiantil que comienza a los tres años de edad: el Servicio Social Javeriano, que se realiza en 10° grado, funciona como una especie de conclusión para poner en práctica estas enseñanzas: a través de actos de servicio a comunidades en zonas vulnerables , las y los estudiantes funcionan como agentes de cambio mientras comparten la experiencia de vida con sus compañeros y con las familias de los lugares que visitan.
Surgió entre 1969 y 1970 con el impulso de laicos y jesuitas que propusieron un mes de trabajo en comunidades para todos los estudiantes de 10°grado de bachillerato. Inició con proyectos de letrinización, acueductos y trabajos agrícolas en comunidades rurales panameñas. Desde entonces, el Servicio Social Javeriano ha llegado a todas las provincias de Panamá trabajando en otros planes que incluyen el diseño y construcción de aulas y comedores escolares, capillas y salas culturales, además de la reparación de caminos, acompañamiento en trabajos agrícolas y a niños escolares en las comunidades que visitan.
El Servicio Social Javeriano es una muestra tangible del compromiso del colegio con actividades que funcionan como una plataforma de crecimiento humano y espiritual para estudiantes y acompañantes. Y es muestra, también, del sello ignaciano que en 77 años ha caracterizado a la educación del Colegio Javier. Hoy es una experiencia alineada con Preferencias Apostólicas Universales que llaman a caminar con los excluidos y a Acompañar a las juventudes en línea con la premisa de formar una comunidad educativa basada en saberes, afectos y valores. ¡Feliz aniversario!