La Compañía de Jesús fue restaurada por PioVII en 1814, pero a Centroamérica los jesuitas no volvieron hasta 1843, cuando acompañaban una expedición de belgas colonizadores que desembarcaron en la costa atlántica de Guatemala. Una década después se funda un colegio en la capital, se asume la iglesia La Merced y se abren residencias en Quetzaltenago y Livigston, desde donde se impulsan misiones a toda la región.