Obras de El Salvador pertenecientes a la Compañía de Jesús participaron en el Curso Introductorio sobre Salvaguarda de niños, niñas, adolescentes y personas vulnerables.
La Provincia Centroamericana de la Compañía de Jesús en su compromiso de promover una cultura que vela por la protección y seguridad de la dignidad de las personas más vulnerables, en el marco de la Promoción de una Cultura Coherente de Protección (PCCP), está proporcionando una educación formativa a todas las obras centroamericanas pertenecientes a la compañía con la implementación de talleres denominados “Curso General de Salvaguarda para niños, niñas, adolescentes y personas vulnerables”.
Este plan de formación está planificado en tres fases: despertar, conciencia y acción. Actualmente, se está implementando la primera fase en instituciones de El Salvador, tales como Fe y Alegría y la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA). Dichos talleres fueron impartidos en la quinta semana de agosto, en las instalaciones de la UCA, bajo la dirección de Gabriela Torres, encargada de Salvaguarda, en los cuales al menos 22 colaboradores de Fe y Alegría fueron partícipes, y de la UCA un total de 27 colaboradores de diferentes unidades del instituto educativo.
El objetivo principal de la primera fase de dicho plan consiste en capacitar a todos/as los participantes en el proceso de identificación y prevención de diferentes tipos de abuso y violencia, así como promover un entorno seguro y protector para niños, niñas, adolescentes y personas vulnerables; Es por ello, que se abordaron aspectos informativos con relevancia a derechos fundamentales, identificación de situaciones de riesgo, estrategias de prevención, procedimientos de denuncia e intervención de apoyo.
La importancia de este curso radica en impulsar la creación de entornos seguros y protectores para todos los niños, niñas, adolescentes y personas vulnerables, respondiendo de esta manera a la segunda Preferencia Apostólica Universal (PAU) que nos llama a comprometernos a contribuir en la eliminación de abusos, siguiendo además la línea de “romper el silencio” ante dichas situaciones, ya sea que se experimenten en primer o segundo plano.