Skip to main content

Anuario 2016 de la Compañía de Jesús

Con ocasión de los 30 años de vida del JRS, el Padre General Adolfo Nicolás ha reiterado su necesidad  e importancia, subrayando en particular el valor de la hospitalidad. “La hospitalidad es un valor profundamente humano y cristiano que reconoce el clamor del otro, no porque él o ella sea un miembro de mi  familia, de mi comunidad, de mi raza o de mi fe, sino simplemente porque él o ella es un ser humano que merece ser bienvenido y respetado. Es la virtud del buen samaritano, que vio en el hombre del camino, no  al miembro de otra raza sino al hermano necesitado… El JRS, sirviendo a los refugiados, es la hospitalidad  del Evangelio en acción” (14 noviembre 2010).

 

Desde que el Padre Arrupe llamó la atención de la Compañía de Jesús, el problema de los refugiados, el fenómeno de las migraciones forzadas, ha aumentado dramáticamente y se ha extendido a otras partes del planeta. Si ayer eran los frágiles barcos en el Mar de China los que llamaban la atención del mundo, hoy son las balsas o las pateras, tan frágiles, que atraviesan el Mediterráneo y que a menudo acaban en el fondo del mar con su carga humana. Y también lo son las matanzas perpetradas por grupos extremistas que provocan nuevas oleadas de refugiados.

 

El Anuario de este año ha querido dedicar una parte muy amplia al mundo de los refugiados, de los desplazados y de todos los que tienen que abandonar forzadamente su país a causa de la guerra, del hambre, de la persecución. Y el JRS tiene  naturalmente una parte muy importante en la asistencia a estas personas que  lo han perdido todo, a veces también la dignidad humana. Hoy el JRS trabaja en más que 50 países.

 

Pero con el JRS también hay otras realidades y organismos, siempre bajo la égida de los jesuitas, que se ocupan de los mismos problemas. En el Anuario se hace referencia a algunos, como por ejemplo la Red Jesuita con Migrantes, que se ha convertido en una organización interprovincial e intersectorial extendida por 18 países de América Latina y del Caribe. Y también el Servicio Jesuita a Migrantes de España, que es de notable relevancia por su atención a los inmigrantes y por su reflexión sobre las migraciones y la sociedad.

 

El servicio de la Compañía a los refugiados y desplazados ha hecho, pues, un largo camino en los últimos treinta y cinco años y podemos decir con el P. Nicolás que “queríamos ser de ayuda, pero al final nos dimos cuenta de que aquellos a los que servimos nos han enseñado mucho más, transformándonos profundamente.”

 

El resto del Anuario es una mirada al mundo de los jesuitas y su obra en los diversos continentes. Después  de una mirada a algunos aniversarios, se examinan una serie de actividades en el campo de la espiritualidad, de la educación y del compromiso social. Sólo son unos ejemplos que muestran lo diversificada que está la actividad apostólica de la Compañía de Jesús, en el intento de llegar a todos, para llevarles la buena noticia del Evangelio y dar sobre todo una señal de esperanza a los más pobres y olvidados.

 

Extracto de la presentación del Anuario Jesuita 2016.

Traducción de Juan Ignacio García Velasco, S.J

 

Leer el texto completo del Anuario 2016 de la Compañía de Jesús