En El Salvador, existen una variedad de instituciones a cargo de la Compañía de Jesús, una de ellas es el Centro Loyola. Sus inicios se remontan al año de 1970, en manos del Padre Fermín Sainz, S.J., pues debido a su cercanía con diferentes sectores descubrió la necesidad de una casa de Ejercicios Espirituales que ayudaría a la población más vulnerable, así como a la formación del clero y desarrollo de actividades de pastoral y crecimiento personal. Gracias al apoyo de la Compañía de Jesús,Doña Tula de Meléndez y su hijo Don Ricardo Meléndez la construcción de esta obra fue posible, comenzando a funcionar en el año 1986.
En la actualidad, el Centro Loyola mantiene firme su compromiso de brindar acompañamiento espiritual a través del discernimiento, el estudio profundo de los Ejercicios Espirituales y la propuesta de alternativas de profundización en el ejercicio de la fe, tal como lo señala la primera Preferencia Apostólica Universal de la Compañía de Jesús, “Mostrar el Camino Hacia Dios”.
Este compromiso se ve reflejado en su calendario de actividades del año entrante, 2025, pues además de trabajar el aspecto espiritual a través de los Ejercicios Espirituales dirigidos tanto a religiosos como laicos, apuestan también por propuestas de formación en la misma línea. Algunas de estas propuestas son el taller EVO, enfocado en ordenar la vida y encaminar hacia una existencia en plenitud siguiendo a Cristo y el taller de Crecimiento Humano Espiritual (TACHE), creado para brindar herramientas para descubrir y sanar áreas afectadas de la vida para lograr una convivencia más sana. La planificación no deja de lado los Ejercicios Espirituales Ignacianos y Discernimiento Ignaciano e incluye también un Curso bíblico para principiantes.
El Centro Loyola también continuará con actividades encaminadas al fortalecimiento del bienestar personal y las relaciones interpersonales a través de temas como el desarrollo de la empatía, la gestión del tiempo, autoestima, y comunicación positiva. Estos, además, exploran aspectos como el impacto del lenguaje interno, la escucha activa y la sanación de heridas de la infancia, todo con el objetivo de promover el crecimiento personal integral y relaciones más saludables.
Los espacios y experiencias que propone el Centro Loyola no solo fomentan el crecimiento individual sino que también la vida espiritual en comunidad. Las actividades dirigidas a laicos y laicos también buscan acercar estas vivencias a personas comunes que deseen profundizar en aspectos espirituales o de mejora personal. Con esta oferta, el Centro Loyola reafirma su compromiso de ser un espacio transformador mostrando el camino hacia Dios desde las experiencias personales y comunitarias.
Para más información, visite la calendarización y comuníquese al correo javendano@centroloyolaelsalvador.org