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José Leonidas Barrios Jaén es un sacerdote jesuita, hijo de una familia de pescadores del pacífico panameño, que probablemente no creerían si su hijo les cuenta que ha presenciado una lluvia de peces en las montañas del norte hondureño. Y sin embargo, José Leónidas nos comparte que ha visto y oído cosas mayores…

Del pacífico panameño a la costa norte de Honduras

José Leonidas, es originario de la provincia de Los Santos, situada al sureste de la península de Azuero, en Panamá.  Durante su vida como jesuita el p. Leonidas ha recorrido muchos lugares y colaborado en diversas misiones.  Entre ellas el Servicio Jesuita a Migrantes de Costa Rica, donde acompañó la población migrante proveniente sobre todo de Nicaragua. También trabajó como profesor en el Instituto Loyola de Managua, Nicaragua.  Y luego en El Salvador, como pastoralista en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, UCA.

En 2018 fue destinado a Honduras como vicario de la Parroquia Santiago Apóstol de Yoro, donde dos años mas tarde, junto a sus compañeros jesuitas de comunidad aprendería de la gente a superar los temores de la pandemia Covid-19 con ternura y abrazos.  Desde 2021 es el rector de la Escuela e Instituto San José, una de las obras educativas de la Compañía de Jesús en El Progreso, Yoro, al norte del país.

El origen de la vocación

José Leonidas es el menor de una familia de cinco hermanos: tres varones y dos mujeres. Según nos comparte, la semilla de su vocación sacerdotal germinó durante la adolescencia, y se fue consolidando con el paso de los años: “Vengo de una familia muy religiosa, sobre todo mi mamá. Yo era el menor de la casa siempre estaba con ella. Mi madre era una mujer comprometida con la parroquia, visitaba las comunidades junto con un grupo de hermanas religiosas, desde entonces me llamó la atención la misión de la iglesia”.

Más tarde con el apoyo de sus padres ingresó al Seminario Mayor, etapa que recuerda con mucha alegría y gratitud. A los jesuitas los conoció mucho después, porque la Compañía de Jesús no tiene presencia en esa región, sin embargo, recuerda de su juventud haber recibido un taller sobre “Jesús en los pobres”, dirigido por el célebre jesuita panameño Néstor Jaén, autor de la Misa Típica Panameña.  No obstante, no supo más de los jesuitas hasta que, siendo seminarista, fue enviado de misión acompañar estudiantes del Colegio Javier en la experiencia de Servicio Social.

Una vocación de servicio con la gente

El padre José Leónidas ha realizado estudios filosofía y teología en Panamá y Costa Rica.  Su especialidad en Teología Latinoamericana la estudió en la UCA de El Salvador, pero cuando le preguntamos sobre lo que realmente le apasiona, él sonríe y responde sin vacilar: “el encuentro con la gente, esto es lo que me impulsa y le da sentido a mi vocación” y agrega: “desde la teología nos preguntamos dónde estaba Dios cuando Jesús fue crucificado, y lo que creemos es que Dios estaba sufriendo con su Hijo. Esta formulación teórica se hace vida en el sufrimiento y las esperanzas de las personas y comunidades, pero, para reconocerlo, hay que estar ahí, con ellos”. A continuación, nos entona unas líneas de uno de los primeros cantos que se aprendió en la Parroquia de Yoro: “Pero hay un lugar, hay un lugar, donde no está Dios; donde hay injusticias, Dios no puede estar“.

La educación como vocación

En cuanto a su actual misión como Rector del Instituto San José, el padre Leonidas afirma: “la Compañía de Jesús apuesta por la educación transformadora”, y explica: “Los poderosos no quieren mentes pensantes, por eso limitan el acceso a la educación. La Compañía, por su parte, ha tenido claro desde sus inicios que la educación es una herramienta para la conciencia, la libertad y el compromiso, y la educación desde la fe suma la compasión, la justicia y la solidaridad”.

Pero, para que esta misión sea posible, sostiene el rector jesuita: “Necesitamos personas entregadas a su vocación. Docentes no solo interesados en un salario, sino, sobre todo, con un deseo profundo de acompañar.  Padres y madres de familia dispuestas a forjar una familia con valores. En definitiva – agrega – se requiere hombres y mujeres que respondan generosa y comprometidamente al llamado profundo que Dios hace, sea como docentes, padres o madres de familia o religiosos, o cualquier otra profesión. Se trata del llamado a una vida con sentido y plenitud”.

Dios en la sencilles de la cotidianidad

Cuando le preguntamos al p. José dónde más encuentra a Dios, dice: “Aquí, en la sencilles de la cotidianidad, en una buena conversación mientras compartimos un café, en una caminata por la naturaleza (tan amenazada hoy día), en la lectura de un buen libro, una película, una serie…”

Nos cuenta además que le gusta el baile -como buen panameño- y que además es un don heredado de su familia.  Disfruta también del folclore panameño, la música y el arte en general.  Y concluye “Dios está en todo y por eso… en todo amar y servir”.

 

Por: Iolany Pérez- Radio Progreso