Evangelio del día, Juan 16, 16-20
“Dentro de poco ya no me verán, pero después de otro poco me volverán a ver. Algunos discípulos se preguntaban: ¿Qué quiere decir con eso: Dentro de poco ya no me verán y después de otro poco me volverán a ver? ¿Y qué significa me voy al Padre? Y se preguntaban: ¿A qué se refiere ese dentro de poco? No entendemos lo que quiere decir.
Jesús se dio cuenta de que querían preguntarle y les dijo: Ustedes andan discutiendo sobre lo que les dije: Dentro de poco tiempo no me verán y después de otro poco me volverán a ver. En verdad les digo que llorarán y se lamentarán, mientras que el mundo se alegrará. Ustedes estarán apenados, pero su tristeza se convertirá en gozo”.
Palabra del Señor.
Compartimos una reflexión a cargo del P. Carlos Manuel Álvarez Morales, S.J.
Después de otro poco me volverán a ver
Jesús hace ver a sus discípulos que ya no lo verán, porque será crucificado y posteriormente sepultado; en ese tiempo de muerte, el Señor estará ausente de la vida de sus discípulos, pero una vez que resucite, volverá a estar en medio de ellos. Pero los discípulos no comprenden lo que el Señor les está diciendo, sobre que no lo verán y después volverán a verlo; así mismo nos sucede a nosotros, no lo sentimos cuando estamos en angustia, pero lo volvemos a sentir cuando superamos estos sentimientos.
Si examino las veces que no he sentido la presencia del Señor, tal vez me dé cuenta de que son innumerables, y esto no porque Él se haya ausentado de mi vida, sino porque he sido yo quien no he experimentado su presencia, por haber dejado entrar a mi corazón al mal espíritu, el enemigo de mi paz y de mi confianza, que me hace creer que estoy solo y abandonado. Pero el Señor nunca se va, Él siempre se queda y su Espíritu me acompaña en todo momento.
¿Qué es lo que en algunas ocasiones me ha llevado a no sentir la presencia del Señor en mi vida?, ¿cómo he combatido la acción del enemigo que me hace creer que Dios no está a mi lado?