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El Padre Arturo Sosa S.J., Prepósito General de la Compañía de Jesús, ha dado la bienvenida a los participantes del Programa de Liderazgo Discerniente, que se realiza del 22 al 25 de septiembre en la ciudad de Roma. “Aprender a leer como actúa Dios en cada persona y en la historia. Eso fue el proceso que san Ignacio vivió después de su herida en Pamplona”.

Manuel Cubías y Mireia Bonilla – Ciudad del Vaticano

La mañana de este 22 de septiembre comenzó el curso Liderazgo Discerniente, que busca un nuevo modelo de liderazgo para renovar la Iglesia. Este evento combina las mejores prácticas de liderazgo y gestión actuales con la riqueza de la espiritualidad católica.

Un liderazgo más sinodal

Bajo el liderazgo del Papa Francisco, la Iglesia Católica se mueve hacia un enfoque más sinodal y discerniente cuyos resultados, en última instancia, serán una contribución a la reconciliación social y al progreso de los pueblos, especialmente de los más marginados.

El seguimiento de Jesús y la comunidad

El padre Arturo Sosa S.J. superior general de los jesuitas entrevistado por Vatican News momentos antes de iniciar el evento, refiriéndose al liderazgo cristiano, subrayó dos características: “La primera característica de un liderazgo cristiano es la conexión con Jesús, estar realmente enamorado del Señor”. La segunda característica, es la comunidad que “necesita ser guiada por el Espíritu y por personas que ayuden a que eso suceda”.

El padre Sosa, profundizó en esta afirmación: “No se trata de un liderazgo como que se tratase de personas iluminadas, que tienen un especial carisma que otros no tienen, se trata de servidores de un pueblo que reconocen la presencia del Espíritu y van adelante. ¿Cómo recuperamos este liderazgo? Lo recuperamos en la medida en que como pueblo somos capaces de consolidar esa inspiración del Espíritu que trabaja en nosotros y en la historia”.

Capaces de leer los impulsos del Espíritu

La iniciativa “Liderazgo discerniente”, afirmó el superior de los jesuitas, “quiere ser una experiencia de sinodalidad donde diferentes vocaciones que conforman la Iglesia, la vocación laical, la vocación a la vida religiosa, la vocación al sacerdocio diocesano o al episcopado, conforman un pueblo que es capaz de leer los impulsos del Espíritu. Esto es lo que se provoca en este curso, un ambiente creado por la variedad del pueblo de Dios y que logra entender cuáles son las claves de un liderazgo que funciona porque es guiado por el Espíritu”.

El liderazgo que se convierte en privilegio no es de Dios

El Prepósito General de los jesuitas llamó la atención sobre el hecho de que no todo liderazgo viene del Espíritu, pues algunos nos conducen a destinos distintos. Recordó que el Papa Francisco ha denunciado el clericalismo, como un liderazgo negativo. Y afirmó: “en esto nos ilustran san Agustín y los profetas bíblicos, por ejemplo, cuando hablan de los malos pastores: el pastor que no se ocupa de cuidar las ovejas sino de sí mismo, que se aprovecha de su cargo. Este tipo de liderazgo se convierte en privilegio y en algo que no promueve la comunidad ni a cada uno de los integrantes del pueblo de Dios”.

Entre las instituciones que participan en la organización de este curso formativo están: ESADE de Barcelona, McDonough Business School de la Universidad de Gergetown, de Washington, el Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Gregoriana de Roma y Le Moyne College de Siracusa, Nueva York.

Fuente: Vatican News