COMPARTE es una red de la Conferencia de Provinciales Jesuitas en América Latina y Caribe (CPAL) conformada por 15 centros sociales (CS) presentes en 15 regiones de 10 países (Paraguay, Bolivia, Brasil, Perú, Ecuador, Colombia, Nicaragua, El Salvador, Guatemala y México), el Servicio Jesuita a la Panamazonia (SJPAN), Formación para el Trabajo de la Federación Fe y Alegría y Alboan. Somos comunidad de aprendizaje y acción conformada en 2008 para construir, junto con organizaciones productoras y otras entidades aliadas (actores sociales), iniciativas económico-productivas alternativas al modelo de desarrollo dominante.
La Congregación General 36 en su decreto 1, «Compañeros en una misión de reconciliación y de justicia», nos convoca a la renovación de nuestra vida apostólica y ahí ubicamos la intuición que anima nuestro caminar. Señala que, «dada la magnitud y la interconexión de los problemas que enfrentamos es importante apoyar e impulsar una creciente colaboración entre los jesuitas y entre las obras de la Compañía por medio de redes. Las redes internacionales e intersectoriales son una oportunidad para reforzar nuestra identidad, pues nos hacen compartir recursos y compromisos a nivel local, para así servir juntos a una misión universal» (n. 35).
Alineamos las iniciativas económico-productivas con ocho rasgos de las alternativas al desarrollo por los que apostamos, desde diversos procedimientos, conocimientos y modalidades de acción, para lograr condiciones de buen vivir entre las familias que están en situaciones de exclusión y de pobreza.
• En defensa de la vida: la persona y su dignidad en el centro.
• Parte de lo local: construimos una visión alternativa desde lo local.
• Genera capacidad de participación y de decisión.
• Apuesta por la construcción colectiva.
• Rescata la riqueza de la diversidad.
• Emplea de forma justa y sostenible los bienes de la naturaleza.
• Fortalece el papel de las mujeres.
• Prioriza el buen vivir para todas las personas.
Desarrollamos iniciativas productivas en zonas rurales (café, cacao, banano, miel, lácteos, productos oleaginosos) y en zonas urbanas (emprendimientos textiles, de calzado, de artesanía) en situaciones generalmente paradójicas: comunidades carentes de bienestar, presentes en territorios de abundancia que, progresivamente, pierden esa virtud empobreciendo aún más a los ya despojados.
Desde la experiencia de obras, equipos, laicos y jesuitas, generamos conocimiento a partir de la práctica y lo traducimos a metodologías que difundimos y le dan razón y sentido a esta manera de En-Red-Darnos.
Tres elementos estructuran nuestro caminar:
1. LECTURA ESTRATÉGICA DEL TERRITORIO (LET):propone como punto de partida lograr una comprensión global y ordenada del territorio, identificar elementos claves de contribución a la construcción de alternativas económicas de impacto local y regional, abordando sus potencialidades y retos. Ejercicio realizado en regiones de Colombia, Perú, Guatemala y Nicaragua.
2. LA GESTIÓN DE CADENAS DE VALOR EN CICLO ECONÓMICO COMPLETOpara obtener el control de sus productos hasta la reinversión social de las utilidades. Rompe ciclos de intermediación o coyotaje, anteponiendo la retención de la riqueza producida y una relación de confianza entre productores, comercializadores y consumidores. Experiencias en México, Colombia y Perú que gestionan cadenas de valor de café, cacao y lácteos nos confirman este horizonte de acción basado en la profesionalización de procesos y productos que garanticen su continua calidad.
3. EL ENFOQUE «MULTIACTOR»considera que la consolidación de alternativas económico-productivas sostenibles y escalables es posible generando las capacidades adecuadas en las personas, organizaciones e instituciones a través de la creación de modelos de colaboración solidaria con diversos actores sociales.
Gestionamos acciones concretas de vinculación y de trabajo en red, por un lado, para procesos de formación, asistencia técnica especializada e investigación, con universidades de la Asociación de Universidades confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina (AUSJAL) en México, Colombia y Guatemala y con la red de Universidades Jesuitas en España (UNIJES) en el País Vasco, Barcelona, Valladolid, Madrid y Andalucía. Y, por otro lado, para el desarrollo de procesos productivos, en articulación con otras líneas de trabajo de los Centros Sociales: derechos humanos, ecología, migraciones, participación política e incidencia, etc.
COMPARTE desarrolla identidad común y sentido de pertenencia; favorece intercambio de experiencias, información, metodologías, y de aprendizaje conjunto; posibilita relacionar diferentes actores y dinamizar procesos económico-productivos, velando porque caminen hacia un horizontecompartido, lo cual es imprescindible para sostener la esperanza de que otra economía más humana y sostenible es posible.
[Artículo de la publicación “Jesuitas – La Compañía de Jesús en el mundo – 2020”, por Álvaro Idarraga, Amaia Unzueta y Óscar Rodríguez SJ]