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Ante la inseguridad social que se vive en Nicaragua los Obispos se han dirigido a los fieles y a todas las personas de buena voluntad para poner de manifiesto las problemáticas actuales y manifestarles que permanezcan unidos

Roberta Barbi – Ciudad del Vaticano

Con un mensaje dirigido a los fieles y a todas las personas de buena voluntad, firmado por los Obispos de la Comisión de Justicia y Paz de la Arquidiócesis de Managua, capital de Nicaragua, la Conferencia Episcopal del país centroamericano vuelve a abordar el tema de la seguridad en esta nación tras el grave atentado terrorista que asoló la catedral de la ciudad el pasado 31 de julio. Los Prelados afirman:

“Elevamos nuestra voz por los miles de nicaragüenses que salen de Nicaragua a causa de la falta de trabajo, la persecución política, la inseguridad y la violación de sus derechos humanos: derechos fundamentales que, sin embargo, al ser pisoteados, niegan a los ciudadanos el derecho a vivir con dignidad en su propio país”

“También queremos reclamar el derecho de aquellos que regresan a la patria, en condiciones aún más precarias, y son tratados sin ninguna compasión, se les piden requisitos y cargas excesivas que pagar y, ante la imposibilidad de costearlos, son abandonados a sí mismos en condiciones infrahumanas a las puertas de su propio país. A lo que añaden que la razón y la conciencia lo inducen a preguntar:

“¿Cómo hemos llegado a esta deshumanización extrema que se ha hecho tan evidente en la incuria de los servicios de salud, en la instrumentalización política de los presidiarios, en las persecuciones a las familias y en los abusos de los medios de comunicación independientes, en la impunidad de los crímenes? Cualquier amenaza a la dignidad y la vida humana se refleja en el corazón mismo de la Iglesia”

“Repetida falta de respeto”

Y prosiguen afirmando que observan con tristeza, una vez más, la repetida falta de respeto y la profanación de la Sagrada Eucaristía, como lo han demostrado el terrorismo y el constante asedio de varias iglesias católicas en los últimos tiempos. Y concluyen:

“Trabajar en la construcción del Reino de Dios”

“Los invitamos a continuar unidos en la oración desde nuestros hogares, en comunión con nuestros hermanos y hermanas que sufren y con la guía de nuestros pastores, confiando plenamente en Dios y en el hecho de que Nuestra Señora de la Asunción llenará nuestros corazones de esperanza para que trabajen en la construcción del Reino de Dios”

Fuente: Vatican News