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PRONUNCIAMIENTO PÚBLICO

Ante la Caravana espontánea de personas individuales, madres y familias hondureñas

 

El que más de 2000 personas, entre hombres, mujeres, familias con niños, niñas y adolescentes y personas de la tercera edad, tomen sus pocas pertenencias en mano y huyan de su país hacia una ruta larga y peligrosa, nos interpela como seres humanos, gobiernos, organismos internacionales y como región, porque no dejan de ser el rostro de las múltiples crisis que acechan la región.
Honduras mantiene una crisis de violencia generalizada y política producto del deterioro de las condiciones de vida y de gobernabilidad en el país, después de que se consolidara un golpe de Estado en el año 2009 y un fraude electoral en 2017, sobre lo que no hubo una atención específica, a pesar que se denunciaron las nefastas consecuencias de ello.
Esta caravana inició su curso inmediatamente después que los gobiernos centroamericanos realizaran una visita a Estados Unidos sin la capacidad de gestionar la atención y protección de sus connacionales en aquel país y abogar por un trato más humano y basado en los estándares internacionales mínimos de protección.
La respuesta de los gobiernos de la región es de defensa de la seguridad nacional de cada uno de los países, esto pese a que tanto en Guatemala como en México tienen códigos migratorios que defienden el derecho humano a migrar y que en Centroamérica se cuenta con un Acuerdo de libre movilidad a través del CA4 que debería facilitar y garantizarse para todos y todas las hondureñas. Pese a que se está próximo a celebrar la reunión mundial y continental sobre un nuevo pacto migratorio que ayude a comprender y proponer soluciones integrales a la situación de crisis mundial que se vive sobre personas migrantes y refugiadas.
Frente a esta situación de emergencia:
• Exigimos a los Estados, medios de comunicación y sociedad en general la NO CRIMINALIZACIÓN de las personas migrantes, ni la labor humanitaria que realizan personas, colectivos y albergues;
• DEMANDAMOS que los gobiernos asuman su responsabilidad de garantizar los derechos fundamentales de las personas migrantes en tránsito y brinden una solución integral y humanitaria a las necesidades específicas de la población migrante;
• Instamos a los organismos de derechos humanos nacionales e internacionales a acompañar la solución integral y humanitaria, que garantice los derechos fundamentales de las personas migrantes hondureñas;
• Solicitamos se brinde una atención diferenciada a los niños, niñas y adolescentes migrantes, así como, a las mujeres y las personas de la tercera edad en consonancia con los estándares de protección internacional
específicos en la materia;
• Recordamos al Estado de Guatemala el cumplimiento del acceso al derecho a la solicitud de asilo de quienes así lo requieran, así como, la garantía al principio de “non-refoulement” no-devolución;
• Nos alegramos de las manifestaciones de solidaridad que ya iniciaron las comunidades en Honduras y Guatemala y animamos a otras a seguir el ejemplo de abrir sus corazones y sus casas para acogerles con amor y hospitalidad.
Porque las personas migrantes no son criminales, ellos y ellas migran porque buscan la vida y el bienestar al que todas y todos tenemos derecho.

Red Jesuita Con Migrantes Centroamérica
Misioneros de San Carlos Scalabrinianos
Casa del Migrante Guatemala
Casa del Migrante Tecún Umán
Casa del Migrante El Salvador

 

Comunicado Red Jesuita