El 16 de enero de 1992 se firmaron los Acuerdos de Paz entre el gobierno de El Salvador y la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). Fue un hecho que marcó la historia del país, además de ser la realización de los deseos de paz de la sociedad salvadoreña.
Manuel Cubías – Ciudad del Vaticano
“Eran las dos de la tarde del 16 de enero de 1992. La alegría desbordaba todos los rincones del país, recuerda Gerardo Torres. En la plaza Gerardo Barrios, en el centro de San Salvador, miles de personas se daban cita para festejar la llegada de la paz, después de una violenta guerra civil que costó la vida a más de 75 mil personas y de décadas de represión por parte de los militares. Algo nuevo nació ese día”.
Construir un país radicalmente distinto
El padre Andreu Oliva S.J., rector de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas(UCA) de San Salvador, con ocasión de esta celebración, afirmó:
El pasado 16 de enero se conmemoraron 29 años de la firma de los acuerdos de paz entre el gobierno del Salvador y la entonces guerrilla del FMLN en el castillo de Chapultepec en la Ciudad de México. Aquel evento fue un hecho histórico sin precedentes, largamente esperado por muchos y que puso fin a la Guerra Civil del Salvador y abrió la posibilidad de construir un país radicalmente distinto.
Respeto a los derechos humanos. Construir la democracia
Los Acuerdos de Paz sin duda, afirma Andreu Oliva, pusieron fin a una guerra fratricida que había durado más de 12 años. Pusieron fin también a la represión de los cuerpos de seguridad que habían sido entrenados para ello y que actuaban sin ningún respeto a la vida humana ni a los Derechos Humanos. Además, permitieron también que el ejército tomará el papel que les corresponde: salvaguardar el territorio nacional de posibles ataques extranjeros y dejar de intervenir en la vida política del país. Permitieron la creación de una nueva Policía Nacional Civil que de manera democrática pudiera asegurar el orden en el país y proteger la vida de los salvadoreños y salvadoreñas.
Orígenes de la violencia
El padre Oliva recordó las causas que originaron el conflicto armado: despojo de tierras a los campesinos y a los pueblos originarios para convertir al país en un productor de azúcar, café y algodón. Esto generó la proletarización de la población rural, sometida por los latifundistas a la pobreza, la explotación y el hambre. Las fuerzas armadas, en este contexto, cumplieron el papel de garantes del sistema económico con mecanismos como la represión y la violación de los derechos humanos ante cualquier expresión de descontento o de petición de justicia.
Es en este contexto en el que surgen varios grupos armados, que luego se unieron en el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), que buscaban revertir la dinámica de la represión e injusticia, dando paso a una sociedad más equitativa y democrática.
Los Acuerdos de Paz permitieron iniciar la construcción de una sociedad democrática, con instituciones que hicieran posible la convivencia pacífica y el respeto de las obligaciones y derechos de todos los ciudadanos. Desde 1992, ha habido elecciones, alternancia de partidos políticos y la búsqueda del fortalecimiento de las instituciones. Los salvadoreños pueden expresar más sus ideas. Sin embargo, hay muchos temas pendientes de ser resueltos.
Lo que los Acuerdos de Paz no lograron
El rector de la UCA afirma que “lamentablemente los acuerdos de paz, no lograron que las mayorías de este país tuvieran mejores oportunidades”. Añadió que “no se logró un nivel de equidad de oportunidades para toda la población, no se logró tampoco una sociedad cohesionada y en la que todas las personas tuvieran los mismos derechos sobre todo no se logró la vigencia de los derechos económicos, sociales, culturales para toda la población”, por eso, subrayó, “El Salvador todavía tiene enormes diferencias”.
En declaraciones a un medio local, el Cardenal Gregorio Rosa Chávez subrayó que “Estamos en una nueva guerra, sin armas, pero estamos confrontados, no estamos reconciliados, no estamos en un mundo de justicia, no tenemos tolerancia y paz, hay que lograr que eso sea posible”.
El padre Andreu Oliva insistió en que los motivos que dieron origen al conflicto armado no han sido resueltos, la desigualdad entre los más pocos más ricos y las mayorías empobrecidas, es uno de los temas urgentes que hay que enfrentar como sociedad y afirmó: “estos aspectos son una deuda que los acuerdos de paz han dejado en el país O mejor dicho que los gestores de los acuerdos de paz no han logrado para el país y es importante que al mirar hacia delante Si queremos lograr un país mejor debemos trabajar de forma conjunta para una mayor igualdad para un mayor desarrollo humano y más equitativo para que toda la población tenga acceso a las mismas oportunidades y goce de los mismos derechos”.
Álvaro de Soto, mediador en los Acuerdos de Paz, declaró en un conversatorio organizado por la UCA y un canal de televisión local: “Quisiera poner énfasis en la necesidad de tener muy presente cómo era El Salvador antes de los Acuerdos de Paz y cómo es hoy, y lo que costó conseguirlos”.
Esperanzas
29 años después, la pandemia del Covid-19 ha agravado las condiciones de pobreza en que viven miles de salvadoreños; otros muchos han perdido definitivamente sus empleos y la migración, un fenómeno presente desde hace décadas, continúa estando en el horizonte como solución posible a todas estas realidades. El pasado fin de semana, mientras se celebraba el 29 aniversario de los Acuerdos, la primera caravana de migrantes hondureños de este año, formada por entre seis mil y nueve mil personas, con hambre y sin empleo, intentaba cruzar Guatemala. Militares y policías guatemaltecos les impidieron con violencia, el paso.
Fuente: Vatican News