Skip to main content

¿Qué tipo de persona están buscando los electores?

Los electores de la CG36 están actualmente en medio de las murmuratio, precioso proceso que recede a la elección del nuevo Superior general. Nicolas Austin, jesuita británico, escribió recientemente un artículo en la relevancia actual de la manera en que San Ignacio describe las cualidades del Padre General. El artículo original se publicó en la revista de Espiritualidad  Manresa y aquí adelantamos un breve resumen del mismo.

El retrato es innegablemente desafiante, pues el Prepósito General "debe ser de los más señalados en toda virtud, y de más méritos en la Compañía y más a la larga conocdido por tal" [co 735]. Más que las excelencias técnicas de una persona, se apunta a las cualidades más profundas de su mente y de su corazón, lo que Ignacio llama "virtudes". lo que él quiere para dirigir la Compañía de Jesús no es un mero experto, sino una clase determinada de persona, alguien que pueda dirigirnos sobre todo con su ejemplo, que sea "un espejo y dechado" para todos nosotros. Lo que quiere, sobre todo, es que sea un buen jesuita.

En terminología contemporánea, podíamos expresarlo así: Sobre todo, el P. GEneral tiene que ser una persona de profundidad espiritual, de amistad con Dios en la oración, en la acción y en sus relaciones humanas. Con libertad de corazón, para que lidere con un amor humild, justo y valiente. Que sea una persona de iniciativa y perseverancia en el bien, mostrando siempre magnanimidad cuando enfrente al éxito o al fracaso. Con cuidado de su salud y de su apariencia. Que el espíritu, alma y cuerpo vica el magis con un corazón grande, abierto a Dios y a los demás.

Un retrato así puede parecer tan exigente que no hay forma de encontrar a nadie que se acerque mínimamente a él. El mismo Ignacio parece que fue consciente de este problema. Por eso añadió en el mismo párrafo un criterio último recogiendo tres únicas cualidades imprescindibles: “Y si alguna de las partes arriba dichas faltasen, a lo menos no falte bondad mucha y amor a la Compañía y buen juicio acompañado de buenas letras”. En otras palabras, lo esencial es el tríptico de un carácter sano, un profundo amor a la Compañía, y un culto buen sentido. Ante la innegable sensación de que todos nosotros nos quedamos cortos; a las puertas de esta Elección confiamos, sobre todo, en la gracia de Dios.

El artículo original es un paper de Nicolas Austin, SJ en Inglés. Y ha sido publicado en castellano en la revista de Espiritualidad Ignaciana Manresa, descargar en el siguiente enlace.

 

Leave a Reply